La oferta y demanda determina el precio, mientras los compradores se preguntan qué se logró con la medida. Economista considera que eliminación del IGV en productos podría compensarse con una mayor recaudación del sector minero. (Foto: GEC)
La oferta y demanda determina el precio, mientras los compradores se preguntan qué se logró con la medida. Economista considera que eliminación del IGV en productos podría compensarse con una mayor recaudación del sector minero. (Foto: GEC)

A partir del 1 de mayo, los principales alimentos que consume la población quedaron exonerados del Impuesto General a las Ventas (IGV) en todo el país, con lo que el Gobierno central buscaba dar un alivio a los hogares, pero en la primera semana de aplicarse la ley no se redujeron los precios de los productos en Arequipa.

Es la percepción que existe en  la ciudad, tras un recorrido que realizó ayer Correo a los puntos de venta más importantes que integran el terminal mayorista El Altiplano, en José Luis Bustamante y Rivero, donde se corroboró que productos como la harina, aceite, arroz, fideos y azúcar continúan manteniendo altos precios.

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Los costos  varían dependiendo la marca, pero siguen con los mismos precios reportados en abril, según los comerciantes (ver precios por kilos). El saco de harina por 50 kilos, está entre S/143 a S/150; el balde de aceite de 20 litros entre S/182 a S/218 y la caja de 12 unidades hasta en S/170; el saco de arroz por 50 kilos de S/155 a S/190; el paquete de fideos por 20 unidades desde S/45 a S/70; solo el azúcar, que estaba hasta en S/200, bajó hasta S/175, pero esta reducción está influenciada por otros eventos como puede ser el aumento de producción, lejana a la exoneración del IGV, explicó el economista de la Red de Estudios para el Desarrollo, Patricio Lewis.

De acuerdo al especialista, como se venía advirtiendo, la  norma no va a tener un impacto real en el consumidor final. “Ha sido una política populista que está beneficiando a los responsables de la cadena de suministros que son los mayoristas. Por ejemplo, yo empresa le vendo al mayorista, pero él no tiene por qué quitar el IGV, por eso no  veremos el beneficio esperado para el  consumidor”, refirió.

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Si bien la ley rige hasta el 31 de julio del 2022, el economista no augura rebajas en los productos en favor de la población; por el contrario, los precios tienen tendencia a incrementar.Según el último informe de la Red de Estudios para el Desarrollo que toma data del Instituto Nacional de Estadística e Informática, la inflación en Arequipa alcanzó 8.2% en abril y se prevé que se mantendrá en niveles elevados en los próximos meses.

Lewis consideró que el panorama es aún más desalentador por la posible escasez de productos como consecuencia de la falta de oferta de agricultores, debido a  los precios irrisorios de  los fertilizantes. Para el economista, la focalización de políticas como ampliar el subsidio del gas, electricidad y bonos para sectores C y D de la población son respuestas que tendrán mayor impacto.

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