Una humilde madre de familia del anexo de Imata, en el distrito de San Antonio de Chuca, en Caylloma, resultó con graves quemaduras junto a su menor hija de 8 años tras la deflagración del gas en su cocina.
Nimia L. M. (41) contó que la noche del último miércoles, su hija le pidió con insistencia tomar mate caliente acompañado de una tortilla, trató de encender la cocina y no pudo porque el gas se había acabado.
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La madre agregó que su esposo es el encargado de hacer el cambio del balón, pero por el apuro, ella misma lo hizo y no se percató que la válvula no estaba bien cerrada. Alistó la mezcla de la tortilla y al encender la hornilla de la cocina para coserla en un sartén, se produjo la deflagración del gas.
El fogonazo hizo que el techo de calamina de su cocina saliera expulsado y tanto ella como su menor hija se quemaron. Su hija mayor y su sobrina, que estuvieron cerca, se salvaron de resultar quemadas. “Solo nos echamos agua, pero cuando sentimos que se hinchaba la cara, acudimos al centro de salud”, dijo la madre tras reconocer que perdieron tiempo valioso en acudir al centro de salud de Imata.
Recién la tarde del jueves madre e hija fueron internadas en el hospital Honorio Delgado Espinoza.
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