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Claudia Campos y Estefani Bengoa son dos actrices y comunicadoras que decidieron emprender un proyecto cultural durante la pandemia, lo bautizaron como Club de Lectura Legere, en el que fueron sumando esfuerzos y miembros para sumergirse dentro del mundo de los libros en medio de una crisis sanitaria. Correo conversó con Estefani sobre esta iniciativa.
¿Cómo nació el club de lectura? Claudia Campos y yo somos las cofundadoras de este proyecto que nació durante la pandemia. Ambas somos actrices y comunicadoras, yo particularmente soy psicóloga. Y gracias a nuestra pasión por la literatura es que decidimos fundar un club de lectura en el que pudiéramos compartir nuestras lecturas con varios lectores, y entre todos darnos una retroalimentación de lo aprendido. El club nació en julio del año pasado y se desarrolla de manera virtual.
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¿Cómo fue al principio? Primero nos juntamos las dos y nos formulamos la creación del club, disponiendo de cada fin de semana. Empezamos con la lectura de una novela corta, a la que sumó amigos, principalmente relacionados al mundo del teatro. Actualmente, tenemos más de 60 participantes en el club de lectura. Las libros se escogen de acuerdo a las recomendaciones de nuestros propios miembros, y con ello desarrollamos un plan anual de lectura. Uno de los requisitos es que las obras tengan temas de debate y que nos hagan reflexionar sobre nuestra realidad.
¿Alguna anécdota importante que quieras destacar dentro de este tiempo? Sí, formar parte de la Red de Mediadores de Lectura, que todos los años capacita el Ministerio de Cultura con becas, fue muy valioso para nosotras. Estas capacitaciones nos ayudaron mucho a entender a las partes que involucran la lectura, porque estamos en proceso de convertirnos en el puente entre el libro y el lector. Una de las experiencias más gratas que tenemos fue fomentar 10 bibliotecas en pueblitos de Espinar, donde aprendimos del choque cultural y otros elementos importantes para acercarnos a ellos y compartir. Nosotras queremos ir a muchos lugares más, llevar libros y compartir historias, y del mismo modo recibir una retroalimentación de los demás.
¿Cómo las afectó la pandemia? Tanto Claudia como yo somos actrices, y pudimos ver que las artes escénicas fueron las últimas en retomar sus actividades dentro de la reactivación económica. La pandemia fue un golpe bastante fuerte no solo para el mundo del teatro, sino para todo el ámbito cultural de la región y del país. Por eso tuvimos que migrar a la virtualidad, hacer teatro virtual era un misterio, porque algunos consideraban que no lo era, había todo un debate al respecto. Sin embargo, la literatura fue un asidero para poder sostenernos, descubrimos libros maravillosos que funcionan como depuradores de emociones, que nos ayudan a liberarnos de algún modo.
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¿Crees que el sector cultural se recuperará pronto? Se está levantando débilmente, pero veo que el público también está volviendo una vez más a los escenarios, o espacios nuevos, porque aún no podemos retomar los espacios convencionales para compartir estas artes. Estamos buscando reactivar el sector para llegar a más público, porque no solo nosotros nos quedamos de manos cruzadas, también la gente se quedó sin medios a los que pudiera acceder y fomentar la cultura.
