Recordar es volver a vivir, dice Rene Neira Mendoza de 62 años, quien fue parte del grupo de niños y adolescentes que conquistaron la ciudad de Lima con la danza del amor o conocido como el “Wititi” hace 50 años. El escenario de aquella grandiosa hazaña fue nada menos que el Estadio Nacional, campo deportivo de grandes victorias, como la clasificación al repechaje para el mundial de Rusia 2018.
Rene Neira es natural del distrito de Lari, provincia de Caylloma, él junto a un grupo de 28 danzarines entre niños y adolescentes de la institución educativa N° 40387 del distrito de Lari, en 1974 participaron del concurso de danzas que había organizado el Gobierno de aquella época.
Cuenta que el certamen consistía en que los danzarines tenían que competir primero a nivel distrital, luego provincial, regional y finalmente la etapa nacional, esto para que la población conozca las múltiples danzas del país. “Nosotros con la energía que teníamos, decidimos participar. Para eso fue importante el apoyo de los padres de familia y los profesores y así ganamos la etapa distrital”, relata.
Señala que en la etapa departamental, tuvieron varias participaciones en el estadio Melgar y Coliseo de Arequipa. La coordinación, los trajes y la coreografía permitió que el pequeño grupo de adolescentes y niños clasificara a la etapa nacional.
“En Lima tuvimos diferentes participaciones, en grandes escenarios por ejemplo estadio de Campo Marte, coliseo Amauta. Recuerdo que fue un gran movimiento cultural en la capital, porque había danzas de todas las regiones y nosotros teníamos que competir con ellos”, dice.
Detalla que para esa ocasión viajaron los 28 danzarines, además de la banda de músicos conformada por 20 personas, de los cuales, solo viven dos personas. “La mayoría de los músicos ya no están vivos, solo viven dos, pero su aporte fue fundamental”, expresa.
Revela que cuando ganaron el certamen no lo podían creer, pues todo el esfuerzo desplegado en cada presentación desde la etapa distrital había cumplido su objetivo de que la danza del amor o el “Wititi”, sea conocida a nivel nacional. El premio para los participantes fue un reconocimiento público por parte del Gobierno. “Fuimos al palacio de Gobierno, allí fuimos reconocidos, fue una experiencia que quedó marcada en nuestra vida”, enfatiza.
Cuando llegaron al distrito de Lari, se sorprendieron porque había una gran fiesta, ellos al principio no sabían la razón, sin embargo, cuando descendieron de los carros, el gran recibimiento era para ellos por su gran hazaña. “Desde allí, la danza del Witit no ha parado de crecer hasta posicionarse a nivel nacional”, expresa con alegría.