Las ollas comunes de Arequipa se encuentran contra la pared, tienen dos caminos y deben escoger en los próximos días uno: convertirse en comedores populares o autogestionarse para seguir alimentando a las personas más vulnerables.
“Estoy preocupada, también todas las ollas comunes de Arequipa. Nos dijeron hace dos meses que el Estado ya no entregará víveres. Estamos pidiendo reunirnos con los representantes del Midis (Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social) para pedirle que intercedan para que el Gobierno el apoyo sea hasta fin de año y no hasta julio”, señaló Ana María Aguedo, presidenta de la olla común Villa Magisterial.
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Un representante del Midis informó a Ana María Aguedo que una salida al problema sería realizar el trámite de comedor popular y sería el camino que opte la olla común Villa Magisterial.
“El representante del Midis fue quien nos dijo que el mejor camino sería ser comedores, pero el problema es que nosotros como olla común tenemos 100 comenzales en promedio, y en los comedores el apoyo es para 40 personas y les dan menos víveres. Nosotros tenemos hasta 17 casos sociales, en los comedores solo sería tres”, apuntó.
La representante de este organismo informó que tendrá una reunión con las socias para informarles que ya no recibirán apoyo por parte del Gobierno.
“Como presidenta voy a tener reunión con las socias para decirle que los víveres que nos han dado hace una semana es para julio y tenemos que ver qué gestiones vamos a efectuar para convertirlo en comedor”, dijo.
Sin embargo, lamentó que la nueva alcaldesa y funcionarios de la Municipalidad Distrital de Cerro Colorado no se hayan acercado a estas cocinas y menos convocar a una reunión de emergencia.
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“En Cerro Colorado no dicen nada las autoridades, la nueva alcaldesa no se pone al tanto, no dice nada si va a gestionar algo para las ollas comunes. De las cosas que tenemos como cocinas ya están deterioradas, hemos presentado documento a la municipalidad y nos han dicho que no hay presupuesto”, señaló.
Se levantó el estado de emergencia sanitaria en el país por la pandemia de la COVID-19, que dejó desempleados y crisis económica en los sectores laterales de la ciudad de Arequipa. En la olla de olla Magisterial se vieron obligados a aumentar 50 céntimos más el precio del menú.
“Estamos dando a 2.5 soles el menú, hemos subido 50 céntimos más y aun así no alcanza para comprar pollo y carne. Tampoco alcanza para la verdura porque están caras. Con atún estamos disimulando la falta de carne, a los frejoles le echamos chalona para darle el gusto. las autoridades no ven la realidad. Necesitamos verduras, en los mercados ya no quieren apoyarnos, la gente ya no vende como antes. Los abuelitos están solos y vienen todos los días, hasta los sábados cocinamos”, se quejó.
Abel Capira, coordinador de las ollas comunes de Arequipa, señaló que más de 10 mil personas con necesidades económicas acuden a los locales de la ciudad de Arequipa donde preparan alimentos.
En la Ciudad Blanca son 109 de estas cocinas, siendo Cerro Colorado, Cayma y Yura los distritos con más organizaciones de base registradas.
Capira tiene sospecha que la mayoría de las ollas comunes cerrarán en agosto por falta de víveres, no todas realizarán los trámites para convertirse en comedores populares.