El cáncer de cuello uterino es una de las enfermedades que más aqueja a las mujeres y la mejor forma de prevención es un diagnóstico temprano, por lo que según el ginecólogo de la Clínica San Pablo, Gonzalo Medina, el examen de Papanicolao o citología de cervix se puede realizar desde los 21 años.
Este examen debe realizarse periódicamente, cada 3 años y después de los 30 años, el médico recomienda el co test, el cual consiste en combinar las pruebas de Papanicolao y las de detección de DNA del Virus de Papiloma Humano (VPH) para diagnosticar posibles lesiones en el cérvix.
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Según el médico, el principal factor de riesgo para el desarrollo del cáncer de cuello uterino es la infección persistente con el Virus del Papiloma Humano, razón por la que se recomienda que las pruebas se realicen también cada 3 años, hasta los 65 años de edad.
Es necesario recordar que una detección temprana o en un estado inicial, el cáncer puede ser curado.
La otra forma de prevenir es la vacuna Gardisal, la cual se aplica en las menores de 9 a 13 años a través de 3 dosis, a cargo del Ministerio de Salud.
Algunos de los síntomas que pueden detectar las personas con esta enfermedad es el sangrado genital y el dolor pélvico, pero estos malestares pueden surgir en un estado avanzado del cáncer.