La pandemia derivada de la expansión del coronavirus y el escenario político actual han contribuido al deterioro de las pequeñas y medianas empresas (Pymes) en Arequipa. El presidente del Comité de Pequeña Empresa de la Cámara de Comercio e Industria de Arequipa (CCIA), Aldo Rodríguez Pozo, advirtió que el primer semestre el año es muy incierto. Se proyecta que el crecimiento en el sector recién se dará en el último trimestre de 2021.
La región congrega a unas 30 mil pymes formales, de la cuales, el 70% son del rubro de servicios y el 30% restante lo forman la industria y comercio. De acuerdo a la CCIA, hasta 2020, un 40% de pymes no se habían reactivado en su totalidad. Tras las complicaciones que algunas pymes ya arrastraban antes de que comenzara la emergencia, sumadas a las extensiones en los cierres y las ayudas que no llegaron a todas, los empresarios tomaron medidas para mantenerse.
La reducción de personal se sigue manteniendo hasta ahora. Rodríguez explicó que el recorte estimado por empresa es del 50% en fuerza laboral. “Si una empresa tenía cuatro trabajadores ahora tiene dos. Ese efecto ha hecho que los propietarios asuman un rol más en la fase productiva”, dijo.
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Otro factor en contra para las empresas es la falta de demanda. La productividad puede ser medianamente óptima, pero el perjuicio como consecuencia de la pandemia a calado en el bolsillo del ciudadano de a pie.
Por otro lado, muchos en el sector intentaron acceder a los créditos que iba sacando el Gobierno. Según el centro de Estudios en Economía y Empresa de la Universidad Católica de San Pablo, en Arequipa mediante el Programa Reactiva Perú, desde mayo de 2020, las instituciones financieras colocaron S/ 1,031.3 millones, atendiendo a 4 mil 407 empresas. Estos créditos fueron canalizados en un 98.2% por la banca múltiple y alrededor del 1.8% por las cajas municipales de ahorro y crédito.
“Los planes de Reactiva Perú no estuvieron bien estructurados. Muchas pequeñas empresas observaron que la ayuda nunca llego, pese a reiterados pedidos”, opina Rodríguez.
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En la crisis de la segunda ola de la emergencia sanitaria, Rodríguez sostuvo que el Gobierno debe disponer una nueva batería de alivios y ayudas para atender a las pequeñas empresas dada su importancia estratégica. El impulso debe enfocarse en otorgar mayor beneficio y canalizarse a través de las cajas municipales que conocen la realidad del sector. El analista explicó que la informalidad debe tomarse en cuenta en este nuevo apoyo.
El grueso del sector en la ciudad es informal. Se calcula que unas 70 mil empresas informales no tuvieron espacio en Reactiva Perú. “Si nunca aparecieron en el número de la economía como podemos atenderlos. Es necesario la participación de las cajas”, sostuvo.
Con un nuevo Gobierno, otra de las prioridades es disipar el panorama. “Al parecer tenemos un nuevo presidente lo que ayudará a que la situación mejore en tener los planteamientos claros (...) debe haber políticas claras sobre las líneas económicas y dilucidar la incertidumbre que se tiene en la actualidad”, precisó.