Lo prohibido te lleva a crear nuevos límites de informalidad. Transportistas de minivanes y colectivos actúan impunemente para trasladar a pasajeros durante tres días del cerco epidemiológico.
Los conductores se aprovechan de la necesidad de los viajeros que están dispuestos a pagar 60 soles a El Pedregal y hasta 200 a Moquegua. Usan rutas alternas para llegar a la carretera Panamericana Sur y burlar el control policial situado en el cruce de Cerro Verde.
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Los vehículos ingresan por la antigua carretera Arequipa – La Joya que conecta a la zona de Culebrillas que llega al puente Quishuarani y finalmente a la parte alta del distrito de La Joya.
No obstante, en el control de la Policía Nacional no se impone multas a los conductores y eventuales pasajeros, pero si son exhortados a regresar a la ciudad de Arequipa. Mientras, se reportaron decenas de caminantes en la vía penetración a la Ciudad Blanca, con el consuelo de abordar un vehículo de carga pesada que los lleve a su destino.
Otro control de la PNP y Sutran es en el kilómetro 60.5 de la vía Arequipa – Juliaca, pero los transportistas se las ingenian para cruzar a la regiones de Puno y Cusco por rutas alternas como Cabrerías, Quiscos y Chiguata. Por el riesgo a ser atrapados, el precio del pasaje se incrementa a 100 soles.
sin apoyo. Martín Ojeda, gerente general de la Confederación de Transportistas, responsabilizó a la Policía Nacional por no apoyar a la Sutran en los controles que evitan el ingreso y salida de vehículos de Arequipa.
“Con estos cercos se está demostrando la ineficiencia del Estado. La Sutran no tiene el apoyo de la policía. Uno puede ver cómo el transporte informal vienen gritando sus rutas a precios increíbles como mil 500 soles de Lima-Arequipa”, señaló.
La Policía no aplica multas y solo exhorta a los conductores y pasajeros a regresar a la ciudad de origen.