Sobre el espejo de agua de los Humedales de Chaviña de más de 6 kilómetros de extensión reposan diversos tipos de aves, que han hecho de este espacio su lugar de descanso, alimento y morada. La Municipalidad Distrital de Bella Unión y la Asociación Ñan Perú buscan que este espacio natural sea catalogado como una zona de conservación natural regional.
Los Humedales de Chaviña están a escasos 5 minutos del distrito de Bella Unión, en la provincia de Caravelí y en sus aguas descansan parihuanas, patillos, garzas y una diversidad de aves que inclusive llegan desde la amazonía como es el caso de la espátula rosada, ejemplar parecido a un pato, con un pico de 30 cm y del tamaño de una parihuana y garza cuca que es la especie de garza más grande que tiene el Perú y puede llegar hasta un metro de altura.
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El presidente de la Asociación Ñan Perú, James Posso Sánchez, explicó que se observaron más de 73 especies de aves en un solo periodo. Sin embargo, se puede llegar por encima de 120 especies, tal y como lo tiene la protegida Laguna de Mejía (Islay).
“Las aves están en distintas estaciones, primavera, otoño, invierno, etcétera, no todas las aves están todo el año. Pero, sí hay algunas que viven ahí”, explicó Posso.
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Las autoridades del distrito conjuntamente con el especialista James Posso explicaron ante los consejeros regionales, las bondades de este hábitat natural y pidieron la voluntad política para elaborar una ordenanza regional que declare a los Humedales de Chaviña como zona de conservación natural regional.
“Necesitamos la voluntad política de los consejeros para que se declare a nuestros humedales como una zona protegida”, dijo el alcalde Aurelio Denegri Ayala.
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Además pidieron la adecuada promoción turística, pues el turismo especializado en avistamiento de aves tiene un espacio donde observar en un solo lugar especies de diversos lugares de la región y el país.
“Lo que se pide en este proyecto de biodiversidad es primero la voluntad política, después vendrán los trabajos científicos que se tienen que hacer para lograr un área de conservación regional y así se eleve al Consejo de Ministros para que se apruebe. Hay que hacer todo un estudio para ello, que ya estamos en conversaciones con las universidades San Agustín y Federico Villareal”, explicó Posso Sánchez.
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Muy cerca a la orilla del espejo de agua existe un denuncio minero que podría poner en riesgo la flora y fauna del lugar. Es por ello que se pide la intangibilidad de la zona.