Reconocido en varios países, dónde abrió camino para que otros pudieran exponer, Markos Ramos regresa a su tierra a mostrar su poderoso arte, nacido de interiorizar nuestra cultura y plasmarla en hermosos cuadros que están expuestos hasta fines de mes.
¿Cuáles fueron tus inicios en la pintura?
Mis inicios en la pintura son desde que era muy niño, recuerdo que mis padres me llevaban a la escuela Carlos Baca Flor para los talleres de pintura durante las vacaciones de verano, no olvido a mi profesor Teodoro Núñez Rebaza, del cual aprendí a pintar con acuarelas. Ya siendo más grande, ingreso al colegio militar Francisco Bolognesi, donde me desarrollo más haciendo decorados y pintando murales; dichos trabajos artísticos me motivaron a seguir la carrera de artes, la cual estudié en la Universidad Nacional de San Agustín, y tras cuya finalización decido emigrar a Europa con la ayuda de una beca.
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¿En qué países has presentado tus obras?
He tenido la oportunidad de exhibir mi trabajo en algunos países de Europa, además de Estados Unidos. Adicionalmente, he obtenido reconocimientos en Japón, Corea, Turquía, Brasil y por supuesto aquí también en Perú.
¿Por qué la fascinación por el viringo o perro peruano?
El viringo o perro peruano me fascina por su carácter fiel y espiritual. Desde niño me sentí fascinado con la cultura Mochica, en donde existe gran cantidad de representaciones del perro sin pelo, tanto en la iconografía hallada en murales y cerámicas, como en las tumbas de personajes de la élite, tal es el caso del Señor de Sipán. Este perro era la mascota predilecta de los guerreros, gobernantes y sacerdotes de las culturas precolombinas en el Perú; como tal, gozaba de muchos privilegios, e incluso se cree que participaba de los rituales sagrados.
¿Qué otros temas abordas en tus obras?
En mi obra abordo dos temas trascendentales: la ecología y la preservación de la biodiversidad. Por ello, mediante la pintura, represento diversos animales, especialmente la fauna salvaje del Amazonas, como felinos, reptiles, ya que me impacta mucho la trilogía andina, el puma, la serpiente y el cóndor: El puma representa el “Kay Pacha”, palabra quechua que significa ‘el mundo de los vivos’. La serpiente simboliza el “Ukhu Pacha”, mundo de abajo o el mundo de los muertos. El cóndor, ave sagrada del incanato, comunicaba el mundo superior (“Hanan Pacha”) con el mundo terrenal (“Kay Pacha”).
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¿Sientes que se apoya a la pintura artística en el Perú?
Al exponer en el extranjero, varias veces he sido el primer artista peruano, me toca ser quien abra nuevos mercados para mis colegas en países tan lejanos como Turquía y Corea del Sur. En cuanto al apoyo, sí lo hay, en especial de la empresa privada, solo que hay que presentar proyectos serios. En mi caso que viajo con regularidad, líneas aéreas, hoteles, restaurantes, me apoyan a través de canjes y para los pintores, los que más nos apoyan, son las fábricas de materiales en Perú siempre agradecido con Faber Castell.
¿Después de Arequipa, cuál es el próximo destino?
La exposición empieza en Arequipa, luego nos vamos a México y finalizamos en Estados Unidos. En total abarca una colección de 60 pinturas al óleo, todos con la inspiración y temática del perro viringo.
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