Juan Gabriel Tejada, alías Popeye, y Albert Vilcapuma Aragonez, alías Quaker, señalados como presuntos reclutadores de sicarios para asesinar a mineros en Caravelí, decidieron guardar silencio durante el interrogatorio al que serían sometidos por Fiscalía Especializada contra la Criminalidad Organizada, que preside la fiscal María Cabana Ocsa, quien tiene a su cargo la investigación por la muerte de 14 mineros artesanales.
El pasado 6 de junio, la fiscal tomaría la declaración indagatoria a Tejada, pero este decidió acogerse a su derecho a guardar silencio. Un día después, la Fiscalía programó abrir, y visualizar y extraer de información del celular marca Samsung que se encontró en su poder cuando fue detenido, nuevamente tanto él como su abogado decidieron no colaborar con la Fiscalía y no autorizaron que se encienda el equipo celular. Así como él, Vilcapuma pasaría por la misma diligencia el 8 de junio, en la cual también optó por acogerse al silencio.
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situación. A pesar de ello, la Fiscalía continuó reuniendo información sobre ellos, por ejemplo, según el registro de la Superintendencia Nacional de Control de Servicios de Seguridad, Armas, Municiones y Explosivos de Uso Civil, ambos tienen licencias habilitadas para el uso de armas para defensa personal. Tejada no registra tarjetas de propiedad, pero Vilcapuma tiene hasta 4 bajo su posesión.
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De acuerdo a testigos protegidos, ambos pertenecen al cuerpo de seguridad de la empresa minera Intigold Mining SA, y actuaron bajo las órdenes de la propietaria de la compañía, Calmet Guazzotti, investigada como cabecilla de una organización criminal.
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En un afán de deslindar responsabilidades, la empresaria presentó un escrito el pasado 7 de junio a la Fiscalía, donde confirmó que tanto Tejada como Vilcapuma realizaron servicios de seguridad para Intigold Mining, pero hasta el año pasado. Ambos fueron contratados desde el 23 de febrero hasta el 30 de junio del 2021, según informó Calmet.