Llevan 19 años instalados en la plataforma comercial Río Seco del distrito de Cerro Colorado, pero la Asociación de Comerciantes Mayoristas está hace 67 años en la ciudad de Arequipa. (Foto: Eduardo Barreda)
Llevan 19 años instalados en la plataforma comercial Río Seco del distrito de Cerro Colorado, pero la Asociación de Comerciantes Mayoristas está hace 67 años en la ciudad de Arequipa. (Foto: Eduardo Barreda)

Al menos 320 negociantes de la Asociación de Comerciantes del Mercado Mayorista Metropolitano de Río Seco celebraron ayer 19 años de estar instalados en la plataforma comercial en el distrito de Cerro Colorado, pero 67 años en la ciudad de Arequipa. Se organizaron para que el 9 de noviembre sea un día diferente. Con misa, globos, serpentinas y música confirmaron que se mantienen unidos, que los impulsó a salir adelante durante la pandemia de la COVID-19.

Cristobal Huayapa Mamani, presidente de los comerciantes de Río Seco, señaló que se han retomado algunas actividades que se realizaban antes de la pandemia. “Volvimos al concurso de adornado y embellecimiento de cada sección de la plataforma con premios de mil soles como estímulo. Todos los años hacemos esta actividad, es casi una tradición”, afirmó.

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El dirigente recordó que hace 67 años, un grupo de personas comenzó a vender fruta por mayor frente al mercado San Camilo, de ahí se trasladaron al parque Charlotte situado frente al coliseo Arequipa, luego en la calle Trabaja al costado del colegio Independencia Americana, pero en La Parada de Tingo fue donde permanecieron 28 años y desde el 2002 en Río Seco de Cerro Colorado.

El traslado de Tingo a Río Seco nos afectó, era un lugar lejos, desolado, triste. Nuestra preocupación era que el centro de la ciudad quedaba lejos y no encontrábamos un horizonte, pero con el tiempo todo mejoró gracias a la unidad de los asociados”, señaló.

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Sin embargo, en la memoria de los negociantes aún permanecen aquellas imágenes donde se registró un incendio grande en Tingo, puestos y mercadería fueron consumidos por el fuego. También, sufrían en temporada de lluvia, el caudal del río Chili incrementaba e inundaba los locales de venta.

Cada vez que llovía ingresaba el río corríamos al cerro de Sachaca para estar a salvo, sin embargo, el agua se llevaba los puestos y la mercadería”, recordó Huayapa Mamani.