Nelly Puertas Gallegos aún recuerda el esfuerzo que les costó como empresa conquistar el mercado exterior con sus productos a base de fibra de alpaca, pero todo cambio el 2019 cuando la pandemia azotó todo el mundo.
“Nosotros teníamos pedidos para Alemania, Estados Unidos y otros lugares, pero desde el año pasado todo cambió. Antes nos pedían 500 prendas al mes y ahora los pedidos son pocos”, comentó.
La crisis las afectó como empresa y de 20 trabajadores solo quedó el 50%. Las solicitudes son recibidas a través de su Facebook Alpacol.
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Con 15 años de vida de la empresa, Nelly nos cuenta que tienen la peculiaridad de encargarse de todo el proceso, desde la compra de fibra, transformación, elaboración de las prendas y venta. “Hoy en día solo nos ha quedado asistir a las ferias para tratar de generar ingresos, ahí ofertamos algunos saldos de exportación a precios accesibles. Esperamos que la situación siga normalizándose para elevar las ventas”, sostuvo.
Sigue con sus ventas
Similar es la situación de Francesca Cuno Angulo, gerente de la empresa de confección de calzado Jasley.
Ella tenía locales en una galería donde vendía diversidad de zapatos, pero la crisis la afectó al extremo que no tuvo para pagar el alquiler, también tuvo que reducir los trabajadores y a la fecha ofrece sus productos en las ferias.
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“Tengo más de 20 años trabajando, el año pasado las ventas bajaron en 90%, pero ahora gracias a la perseverancia estamos en 50% y tenemos confianza que volveremos a vender como hace dos años”, acotó.
Ellas son solo dos de los más de 40 pequeños empresarios que desde ayer(23 de setiembre) son parte de la feria para la reactivación empresarial realizada en el Parque Lambramani y que será hasta el 3 de octubre gracias a las coordinaciones entre dicho centro comercial y la gerencia de la producción.