Cuando todos se protegían de la COVID-19 y el personal de salud era insuficiente para atender la gran de manda de los pacientes que llegaban a los establecimientos de salud, se dispuso la contratación de los trabajadores CAS COVID. Los médicos, enfermeros y auxiliares le hicieron frente a la primera, segunda y tercera ola de la pandemia. Fueron los reemplazos de los profesionales nombrados que por vulnerabilidad no podían trabajar en primera fila atendiendo a los infectados por COVID. Aunque se investigaba la existencia de pocos profesionales que aprovechaban esta “vulnerabilidad” para trabajar en clínicas.
Luego de 2 años de pandemia, los contratados bajo la modalidad CAS, ahora piden estabilidad laboral, piden tener un contrato permanente para cerrar esa brecha de personal que se arrastra por años para mejorar la atención en los centros de salud. La doctora Nam Lynm Chong, del área COVID-19 de la micro red de Mariano Melgar, informó que el contrato CAS de aproximadamente 600 personas entre médicos, enfermeros y auxiliares está por vencer en junio y temer quedarse desempleados.
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“Solo queremos una estabilidad laboral, un nuevo contrato para seguir manteniendo a nuestras familias, en la pandemia demostramos que podemos servir, dimos lo mejor de nosotros, arriesgando nuestras vidas y la de nuestros familiares”, dijo la profesional.
Un grupo de estos profesionales hizo una vigilia la noche del viernes en la Plaza de Armas, con el fin de pedir a las autoridades del Gobierno central para que se disponga la contratación del personal para el cierre de brechas en Salud.
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“Cuando no había carros, caminamos desde Chiguata, del Cono Norte para llegar a los centros de salud. Para no enfermarnos y seguir trabajando no tomábamos agua, porque no podíamos quitarnos el mameluco para ir al baño”, recordó la médica. Con la reducción de contagios, los CAS COVID hace unos meses que laboran en otras áreas no COVID como Pediatría, Medicina, con el fin de cubrir la demanda y a los profesionales que aún laboran de forma virtual.