El 26 febrero de 2023, se cumplió 4 años desde que los jueces de Arequipa emitieron su sentencia sobre el Plan de Desarrollo Metropolitano (PDM) 2016-2025, un instrumento técnico que ordena el desarrollo urbano de la ciudad. En juicio, se demostró que este plan propició la destrucción de la campiña arequipeña y se ordenó modificar el PDM, es decir, corregir las zonas agrícolas que se volvieron urbanas, pero tras todos estos años ¿qué cambió?
Correo accedió al proyecto del nuevo PDM 2023-2043 y a su reglamento, documentos que fueron elaborados por el Instituto Municipal de Planeamiento de Arequipa (IMPLA), órgano de la Municipalidad Provincial de Arequipa, cuándo era encabezado por el exgerente Germán Cutimbo.
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En una entrevista para este diario en 2020, el exgerente informó que habían detectado 3 mil 940 hectáreas que cambiaron de uso agrícola a urbano, de las cuales 985 ya estaban urbanizadas. Sin embargo, en su proyecto final no menciona las modificaciones que se hicieron sobre esta extensa área.
El expresidente de la Comisión de Desarrollo Urbano del Concejo Provincial (2019-2022), Julio Bernal, detectó este incumplimiento del fallo judicial, ya que, la misma propuesta que presentó Cutimbo al directorio del IMPLA, la entregó en noviembre de 2022 a los regidores provinciales. En aquel entonces, según Bernal, los concejales pidieron se cree un equipo técnico, para que puedan hacer la búsqueda de esas áreas que habían sido revertidas de agrícolas a urbanas, pero no fue tomada en cuenta.
El incumplimiento del municipio de Arequipa levantó el reclamo por años del Comité de Construcción de la Cámara de Comercio e Industria de Arequipa. Los empresarios advierten que hay 19 proyectos de vivienda social paralizados por el estancamiento del PDM.
Sin embargo, el presidente del directorio del IMPLA, Michael Alfaro, aclaró que el PDM 2016-2025 está vigente y funciona. Prueba de ello es la continuidad en las aprobaciones de planes específicos e integrales, instrumentos que permiten las zonificaciones en la ciudad. “(Los proyecto de vivienda social) me parece que son proyectos que están dentro de las áreas observadas dentro de la sentencia”, refirió sobre las quejas de los empresarios.
Pero, al igual que Bernal, Alfaro reconoció que la falta de adecuación del instrumento no permite fiscalizar las construcciones. “Para todas las instituciones públicas y privadas, no se deben hacer inversiones, en tanto no exista un plan aprobado (...) uno ve en general en Yarabamba, Characato, Sabandia ofrecen como casa de campo, pero eso no se puede hacer, mientras que el plan no las incluya como áreas urbanas”, advirtió.
Hoy, el camino que tiene la gestión de Víctor Hugo Rivera para el PDM es la actualización, desligándose de la propuesta de nuevo plan, planteado por la gestión de Omar Candia.
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Si bien la vigencia del PDM es hasta el 2025, la municipalidad de Arequipa al día de hoy debe cumplir las disposiciones nacionales de actualización del instrumento territorial.
Esto debido a la Ley de Desarrollo Sostenible 31013-2021 y su reglamento aprobado en 2022, que daba 18 meses a los municipios del país para actualizar sus planes, el plazo ya venció en febrero de este año.
Para el exregidor municipal Julio Bernal, el mejor camino que puede tomar hoy el municipio de Arequipa es primero derogar el PDM actual, para poder presentar el proyecto del plan actualizado.
En este instrumento debe quedar claro qué se hizo para cumplir la sentencia judicial, y todo ello bajo la ley de desarrollo sostenible vigente. Esta propuesta debe ser llevada a consulta pública, como establece la norma, para después pasarla al Pleno de Concejo para el debate.
Todo este camino, como se entiende, es largo, por lo que va más allá de una promesa política del burgomaestre provincial de tener el PDM listo para agosto de este año, como regalo para la ciudad.
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