La ciudad de Camaná se vio ayer abarrotada de comerciantes ambulantes y compradores quienes aprovecharon el último día para realizar sus compras de Navidad. Lamentablemente, debido a la gran concurrencia, como en los exteriores del mercado Don Alberto y otras ferias locales, se registraron embotellamientos del transporte y no se respetó el distanciamiento social.
En una inspección que realizaron los fiscalizadores de la comuna provincial de Camaná, se verificó que algunos locales cumplían con todos los protocolos para evitar los contagios de la COVID-19.
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Los ambulantes no respetaban ninguno de los lineamientos ordenado por el Gobierno y a pesar de las labores de fiscalización, no se les pudo retirar de las calles del Cercado de Camaná. “Nadie está en contra del comercio, pero así estamos desde el 22, las calles son un caos, y la municipalidad poco o nada puede hacer”, relató un comprador.
El alcalde de Camaná, Marcelo Valdivia, en conjunto con el director del hospital de la provincia, pidieron a los pobladores que tomen las medidas de protección para evitar contagiarse de la COVID-19.
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Anunciaron que realizarán más operativos para que este panorama no se repita en las celebraciones de Año Nuevo. También pedirán apoyo de la Policía para poner orden en el transporte debido a la existencia de conductores que realizar el servicio de manera informal. El control también será en las playas debido a la gran cantidad de veraneantes que intentarán acampar, principalmente en el balneario de La Punta.