La finalización del estado de emergencia sanitaria por la COVID-19 que decretó el Gobierno central a fines de octubre, cambió las condiciones para el uso de las piscinas, ahora están abiertas al público en general y de las 92 registradas en el área de Salud Ambiental de la Gerencia Regional de Salud (Geresa), 42 están aptas para la recreación de los bañistas.
Durante los dos últimos años de la pandemia solo el 10% de las piscinas inscritas estuvieron abiertas pero su funcionamiento se restringió únicamente a la actividad formativa y con el retorno a la normalidad recreativa, el director Ejecutiva de Salud Ambiental, Zacarías Madariaga, manifestó que se exige a los establecimientos a que cuenten con la certificación de Salud para garantizar los sistemas sanitarios referidos al manejo de residuos sólidos y a la recirculación del agua para mantener un estándar óptimo de cloro.
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Además, para su funcionamiento es obligatorio que todas las piscinas tengan salvavidas y los bañistas cumplan con ducharse antes y después de hacer uso de la alberca.
MEDIDAS A TOMAR
El incremento de los contagios de la COVID-19 preocupa a las autoridades de salud por lo que se ha recomendado a los administradores de las piscinas el cumplimiento de un aforo, además que los usuarios usen mascarillas al interior de la misma y mantener el distanciamiento físico.
“No es una exigencia pero es importante que cumplan con estas recomendaciones, sobre todo porque hay personas vulnerables que también harán uso de la alberca y pueden correr el riesgo de contagiarse en un ambiente cerrado”, dijo.
Agregó que muchas de las piscinas que aún permanecen cerradas están en trámite para su certificación.
Ante la proximidad del verano, Salud ambiental realizará en las siguientes semanas visitas al litoral arequipeño para realizar inspecciones a los balnearios e informar cuales son los que están aptos para recibir a los veraneantes .