Vecinos de Pablo IV viven atemorizados por presencia de meretrices| Foto: Pedro Torres
Vecinos de Pablo IV viven atemorizados por presencia de meretrices| Foto: Pedro Torres

Durante los últimos 12 meses, la presencia de jóvenes extranjeras que se dedican al meretricio han ganado más espacio en las avenidas Los Incas y Vidaurrázaga, en el Cercado de Arequipa.

Los vecinos de las urbanizaciones circundantes como Pablo VI, viven atemorizados por las amenazas que a diario reciben de los proxenetas que se encargan de resguardar a las chicas, mientras consiguen clientes.

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“Hace unos días, en nuestro parque, nos juntamos más de 25 vecinos para tomar algunas acciones frente al crecimiento de la prostitución y la inseguridad que ha generado, pero no hemos podido hacer nada, porque en plena reunión llegaron unos sujetos en moto, comenzaron a tomar fotos a todos, decían que sabían donde vivíamos y lanzar amenazas. Vivimos con mucho temor”, dijo una de las vecinas de la manzana “M” de Pablo VI.

NO RESPETAN A LA POLICÍA, NI SERENOS

Ante la presencia de las extranjeras y de sus cuidadores, los vecinos han optado por refugiarse en sus casas, no salir de noche y colocar algunas rejas para evitar que ingresen. Aseguraron que la presencia de la Policía es escasa y las señoritas que prestar este servicio han perdido el temor al personal de serenazgo que solía desalojarlas de las calles.

Ahora se enfrentan con ellos como ocurrió la noche del último jueves, cuando un grupo de prostitutas se rehusó a dejar las calles y arrojaron piedras contra los serenos, resultando herido uno de ellos. “Se ha perdido toda autoridad, la policía y la municipalidad no hacen nada”.

Trata. Hace unos meses se detuvo a la organización de Los Gallegos, a quienes se les atribuía el meretricio de extranjeras, sin embargo, a pesar que la gran mayoría está cumpliendo prisión preventiva, la prostitución en las calles no ha disminuido.

Lo más grave es que la mayoría de las señoritas tienen que pagar cupos a los proxenetas pues fueron traídas a nuestro país de manera clandestina.

La Policía estaría realizando las investigaciones respectivas, sin embargo, el poco control que ejerce el Serenazgo no es suficiente.

Lo más lamentable es que la mayoría primero se prostituía por la avenida Andrés Avelino Cáceres, pero por la gran cantidad de operativos, se trasladaron frente a la avenida Los Incas.

  • 40 mujeres recorren a diario las avenidas en busca de parroquianos.