El juego con agua y harina, las mojigangas, los papahuevos (cascarones de huevos rellenos de tinturas), los gigantes, los disfraces, las escenificaciones y los carros alegóricos caracterizaban al carnaval de antaño en Arequipa.
Esta fecha costumbrista que cobra popularidad entre febrero y marzo de cada año, no siempre fue como la conocemos hoy en día. La tradición, historia y comida típica arequipeña también formaron parte de esta celebración durante los primeros años de su organización.
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Origen
Los inicios de esta fecha especial fueron recogidos por las estudiantes Julia Condori y Yeny Nina de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa en su tesis Fiesta y poder en los carnavales de Arequipa. Aunque es difícil conocer el mes exacto, se sabe que en el primer trimestre de 1541 fue la fecha en la cual se desarrolló el carnaval por primera vez en Arequipa, según describió el sociólogo Héctor Ballón en su libro Mostajo y la historia de Arequipa.
“Es así que la sociedad arequipeña criollizó esta fiesta pagana, convirtiéndola paulatinamente en un carnaval popular. Cada vez tomó mayor fuerza colectiva con características lugareñas (...) como la tradicional entrada de Cappo y entrada de un muñeco vestido con ropajes elegantes con serpentina conocido como el Ño Carnavalón”, describió.
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El historiador Eusebio Quiroz Paz Soldán, en su libro Visión histórica de Arequipa, explicó que a partir del año de 1960 Arequipa tomó un nuevo rostro, con la llegada de migrantes y sus costumbres, por lo que el aporte andino se incrementó.
Organización
Antes celebrar el carnaval en la Ciudad Blanca era cosa seria y se planificaba todo un año previo, incluso el día central se aseguraban los locales. Las bandas, comparsas y bailarines se preparaban hasta seis meses antes de la fiesta.
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Las estudiantes detallaron que desde que la municipalidad de Arequipa inició la organización del carnaval la población tuvo acceso a actividades que existen hasta nuestros días como la elección de la reina del carnaval, la fiesta de máscaras y Corso de Flores. Incluso en aquel entonces se vio con malos ojos los juegos con agua y se prohibió (1923) mediante ordenanza, que luego se derogó.
Durante aquellos años, los bailes y banquetes donde no faltaba la chicha de güiñapo eran organizados por el Club Arequipa, la Sociedad Patriótica Tacna y Arica y la Compañía de Bomberos, así como verbenas en los exteriores del mercado San Camilo.
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El carnaval duraba días, solo en un par se hacía el Corso de las Flores y el desfile de carros alegóricos por las calles La Merced, Portal Municipal, Morán, Santo Domingo, Pierola, Mercaderes, San Francisco, Santa Catalina y retorno a la Plaza de Armas. Para después continuar con un baile en el mercado San Camilo. Al día siguiente se hacía el entierro del Ño Carnavalón en la tradicional pampa de Kinsomoco en Miraflores.
Hoy, si bien no se ha perdido del todo la costumbre las estudiantes advierten que muchos de los artículos con los que se celebraba esta fecha han desaparecido y las danzas tampoco son las mismas, pero se conserva el ánimo de no perder esta celebración.