Conversamos con la escritora sobre su trabajo, pero también sobre la importancia de abrirse hacia otros lugares, gracias a la virtualidad.
¿Cuáles fueron las lecturas que te iniciaron en la literatura?
Habría que retroceder al tiempo en que solo escuchaba los relatos de mi padre, las décimas que eran muy comunes entre la familia. Al aprender a leer fueron entonces los comics, Archi, la Pequeña Lulú, los superhéroes como Batman y Robin, Superman y toda la variedad, incluyendo las historias del oeste, los cuentos de hadas en que sin saber leer reinventaba los finales. Durante la adolescencia el mundo de Corín Tellado que venía incluido en las revistas Vanidades y Buenhogar. Las lecturas casi obligadas del período escolar como El Quijote de la Mancha, la poesía de Vallejo y autores que formaban parte de los cursos de literatura.
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Tus actividades internacionales han sido varias. ¿Alguna de grato recuerdo?
Trabajar con grupos de otros países ha contribuido a ampliar el conocimiento de realidades y culturas distintas. Ser parte de un Encuentro en Potosí-Bolivia me dio a entender y asumir mi identidad como escritora y poeta.
Aprendí a comunicarme virtualmente con personas de diferentes países en que el idioma podría haber sido el impedimento, sin embargo, la mayor parte era a través del inglés. Me nombraron representante de un grupo árabe con quienes debíamos crear puentes de comunicación en Latinoamérica, lamentablemente el presidente de la Institución terminó su período y ya no pudimos continuar con los planes. Soy parte de grupos de literatura y arte de la India, Bangladesh, árabes, europeos y latinoamericanos. Trabajar en un programa radial me permite promover también a otros autores y a través de las entrevistas aprender de sus historias.
Acabo de participar en un Encuentro Internacional de poetas y escritores que llegaron de Ecuador, Colombia, El Salvador, Venezuela, España y Estados Unidos organizado por la Cámara Internacional de escritores y artistas (CIESART) en el que recibí un Honoris Causa y un reconocimiento por la labor que realizo.
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¿Cómo fue el proceso de Regazo del Silencio?
Había venido trabajando en el tema del Silencio por mucho tiempo, hay poemas que aún se quedaron sin considerar en el libro, pero la variedad del contenido circula a través del compromiso con la poesía, con los silencios rotos, los que nunca fueron dicho y con el silencio necesario para entender quienes somos y lo que somos capaces de hacer desde lo más profundo de nuestro ser interno.
¿Has escrito otros libros?
Mi primer libro Besando la Inmortalidad, poesía libre que consta de 5 partes por la temática, catarsis, amor, desamor, descubrimiento del trabajo literario, compromisos con el yo. Hechizos de Diosa, son pócimas de erotismo que van cambiando de tono, capaces de conmover del primero al ochenta. En mi búsqueda por algo propio, surgieron Jirones y Nones (Nus), poemas cortos libres en 37 sílabas poéticas estrictas organizados en la estructura de 7,7,9,7,7 y MIS CAFÉS, el reto más grande de escribir en dos versos en base a palabras, que le llamo estructuras iguales, cinco, seis, siete o más palabras en el primer verso, cinco, seis, siete o más en el segundo considerando incluso a los conectores como palabras, la otra característica es que la palabra café debe ser parte del primero o segundo verso.
¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Estoy trabajando en algunos relatos y cuentos, también sobre temas relacionados con la calidad humana, la verdad, la lealtad, libertad y otros valores y conceptos que forman parte de lo que somos o cómo somos. Una novela que se ha quedado por allí y continuar con la poesía, porque el material ya existe, es solo organizarlo, trabajarlo y publicarlo.
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