La salud mental viene deteriorándose en Ayacucho, sobre todo luego de la pandemia del Coronavirus que ha dejado bastante estrago en la población ayacuchana. Sin embargo, quienes parece que sufren más con el deterioro de la salud mental, son los adolescentes y jóvenes, que requieren la ayuda psicológica de especialistas, precisamente, dicha rama de la salud no se dicta en la Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga (Unsch).
Según la Encuesta Nacional de Salud Mental, Ayacucho se ubica en los últimos lugar con cifras preocupantes. Por ejemplo, el 61,3% de los adolescentes, manifestó haber sufrido algún tipo de abuso en cualquier momento de su vida. De esta cifras, lo que más prevalece es el abuso psicológico 51,4%, mientras el abuso físico representó un 34%. En este punto se destacan las agresiones sufridas en el hogar o en los colegios por parte de sus padres, familiares, amigos y hasta desconocidos.
Otro dato que arroja de manera significativa, es que el episodio depresivo y la fobia social actuales y el estrés postraumático en la vida, son significativamente más frecuentes en mujeres.Mientras el trastorno de ansiedad generalizada pura es más frecuente entre los adolescentes mayores, de 15 a 17 años, en comparación con los más jóvenes. Por lo tanto los adolescentes muestran aumento de la prevalencia actual de episodio depresivo en Ayacucho de 6,2% en el año 2003 a 9,1% en el año 2017.
ENCUESTA REVELA DATOS SOBRE LA SALUD MENTAL
Para analizar aún más la necesidad de contar con especialistas en salud mental, el Ministerio de Salud (Minsa), a través del Instituto Nacional de Salud Mental, con apoyo de la Diresa Ayacucho y la Gerencia de Desarrollo Social, ejecutarán la encuesta nacional de salud mental que finalizará en diciembre y a través del cual se conocerá en sí, los diferentes transitorios mentales de los ayacuchanos.
Estos resultados, buscarán establecer y mejorar las Políticas de Salud Mental a nivel Nacional y a nivel Regional como por ejemplo en Ayacucho .Mejorar los servicios ya existentes en el País y en la Regiones de acuerdo a las necesidades de la población. Establecer programas de mejora de la salud mental, también de las personas afectadas por el COVID 19.