Ante la torrencial lluvia, Juan Sauñe Berrocal (77) llevó a su esposa de 82 años, quien se encuentra enferma, a una pequeña habitación del segundo piso de su vivienda del jirón Independencia, en el pueblo joven Villa María, de Nuevo Chimbote. Luego, bajó al primer nivel para intentar proteger su casa. Durante varias horas trató de impedir que el agua se acumule en los diversos ambientes de su inmueble; pero, lamentablemente, sus esfuerzos fueron insuficientes para mitigar los daños de este fenómeno de la naturaleza.
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“Mi esposa y yo vivimos solos. Yo intenté proteger mi casa, pero el agua me ganaba”, relató el septuagenario.
Don Juan forma parte de las más de 200 familias de Villa María que tuvieron que enfrentar una inundación a causa de la lluvia extrema que se registró la noche del lunes último y duró cerca de 10 horas.
La intensa precipitación pluvial, ocasionada por el ciclón Yaku, afectó a la mayoría de pobladores de Chimbote, Nuevo Chimbote y los demás distritos de la provincia del Santa, en Áncash.
En las calles era común ver a desesperados vecinos protegiendo las zonas de acceso a sus casas o retirando el agua que había logrado filtrarse.
En una avenida principal del Condominio Los Pinos, en Chimbote, el agua generó una inmensa zanja que ha dejado expuestos tuberías de agua y desagüe y conexiones domésticas de gas.
El casco urbano de Chimbote no se libró de la fuerza de la naturaleza. El jirón Bolognesi, por ejemplo, donde funciona la zona bancaria, se convirtió en un río.
En las primeras cuadras del jirón Sáenz Peña también se registró otra inundación. Decenas de familias se vieron afectadas debido a que el agua se acumuló en sus casas y dañó muebles, electrodomésticos, entre otros objetos.
Las intensas lluvias también causaron estragos en la zona rural. Uno de los sectores más golpeados fue el centro poblado de Cascajal, donde se presentó un huaico que afectó viviendas y destruyó el histórico canal Aéreo.