La Contraloría detectó riesgos en la obra de saneamiento básico que ejecuta el Programa Nacional de Saneamiento Urbano (PNSU) en Huarmey, en la costa de Áncash, situaciones que ocasionaron retrasos, incumplimiento del expediente técnico y deficiencias constructivas en desmedro de la calidad y vida útil del costoso proyecto.
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El proyecto, valorizado en 188 millones de soles, consiste en la construcción de una Planta de Tratamiento de Agua Potable (PTAP), estaciones de bombeo de agua cruda y tratada, cisterna, reservorio, tendido de redes primarias e instalación de 3,070 medidores.
Además, una Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR), lagunas de estabilización, humedales artificiales y disposición final de aguas residuales, 39 kilómetros de colectores de aguas servidas y la instalación de 3,330 conexiones domiciliarias.
La culminación de la obra estaba prevista para el 12 de junio de 2023. Sin embargo, a mayo último y luego de la aprobación de seis adendas y tres ampliaciones de plazo, presenta un atraso del 17.18% de la obra principal, 43.42% del Mayor Trabajo de Obra N° 1 y 33.05% del Mayor Trabajo de Obra N° 2.
Además, se ha constatado incumplimiento en la ejecución de algunas partidas del expediente técnico.
En la visita de inspección del 6 de junio, realizada por la comisión de control se verificó -por citar un ejemplo- que la caseta de bombas de la cisterna de agua tratada de la PTAP ha sido ejecutada con un planteamiento estructural modificado en relación con lo establecido en el expediente técnico, lo que afectaría la resistencia de dichos elementos estructurales durante un sismo.
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Tales modificaciones no recibieron las oportunas observaciones de la entidad supervisora contratada por el PNSU, pese a que traería consecuencias en desmedro de la calidad del proyecto de inversión.
