Un bebé prematuro que nació hace 23 días con un peso de apenas 800 gramos está mostrando una gran fortaleza al aferrarse a la vida con el apoyo de los médicos y el personal asistencial del servicio de Neonatología del hospital La Caleta, en Chimbote, región Áncash.
Sin embargo, a pesar de que ha ganado peso hasta llegar a los 1,030 gramos, todavía necesitaba la asistencia de un ventilador mecánico neonatal, por lo que tuvo que ser trasladado en un avión de la Fuerza Aérea del Perú a un hospital de alta compejidad de Lima.
Esto fue posible gracias a la insistencia y el trabajo desplegado por la Unidad de Seguros del hospital La Caleta.
El pequeño partió el martes último a las 4 de la tarde junto al personal del Servicio de Atención Móvil de Urgencia Aéreo.
El bebé fue internado en el Hospital Nacional Arzobispo Loayza, en Lima, donde seguirá su lucha junto al personal médico especializado.
Asimismo, la familia quedó agradecida por la lucha del personal del hospital La Caleta, que logró mantener con vida al bebé gracias a la nutrición parenteral total que recibió el recién nacido y además pudo obtener su referencia, la misma que se pudo conseguir después de dos semanas.