Nadia de Munari (50), la voluntaria italiana de la Operación Mato Grosso, fue asesinada a combazos por Moisés López Olórtegui (24) porque ella despertó y lo reconoció cuando le robaba su celular.
Así lo ha confesado el detenido ante la fiscal Sara Chira Tello y los policías de Homicidios de Lima.
López Olórtegui dijo que golpeó con una comba a la misionera italiana porque lo reconoció.
Sin embargo, para la representante del Ministerio Público y los detectives de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri) de Lima otro sería el móvil del horrendo crimen porque este hombre no habría actuado solo sino con cómplices pues la vivienda de su víctima no fue violentada.
Según el documento reservado de la Policía de Homicidios, Moisés López y su conviviente Liz Analy Panduro Tanchiva (26) fueron detenidos la tarde del jueves en su inmueble, ubicado en el asentamiento humano Joselyn Álvarez, y en su poder tenían los teléfonos celulares de la religiosa italiana y de Lizbet Ramírez Cruz, robados la noche del crimen.
Las pesquisas
A través de acciones de inteligencia, con el apoyo de Criminalística, pericias psicológicas y de alta tecnología, así como el levantamiento del secreto de las comunicaciones, los investigadores llegaron a establecer la presunta participación de ambos convivientes y así como de Angélica Dina Rojas Flores (19) y Nelsy Noel Cruz (20).
Moisés López y Liz Panduro eran integrantes de la Operación Mato Grosso y las otras dos mujeres, quienes fueron detenidas en la Capilla Niño Jesús del asentamiento humano Belén, conocían a la voluntaria asesinada.
Proceso
La fiscal Chira Tello demostró que hay fundadas sospechas de la participación de estos sujetos en el asesinato y el juez Javier Carrión Basauri, del Sétimo Juzgado de Investigación Preparatoria de la Corte Superior de Justicia del Santa, declaró fundado el pedido de detención preliminar por 72 horas en contra de los cuatro.
Los hechos
Como se recuerda, la mañana del 21 de abril, De Munari fue encontrada agonizando en la habitación que ocupaba en la Casa de las Profesoras del Hogar Mamma Mia, en Nuevo Chimbote.
La misionera presentaba TEC severo, fractura del cráneo y cuello, así como fractura del antebrazo derecho. Falleció tres días después en una clínica limeña.