Con el inicio de la segunda temporada de pesca industrial, unos dos mil hombres de mar en situación vulnerable al contagio del coronavirus viven un calvario pues en muchos casos las empresas no atienden la solicitud de extenderles el certificado de aptitud, indispensable para hacerse a la mar, o si responden sus llamadas, les contestan que no pueden laborar por su riesgo de vida, en Chimbote.
Al respecto, el asesor del Sindicato de Pescadores José Olaya Balandra, César Córdova Ponce, explicó que esa condición no es la que solicita acreditar el hombre de mar, sino su aptitud o capacidad física para desempeñar su labor que realiza en la embarcación.
“A otros les hacen una serie de observaciones, las cuales el pescador levanta con médicos de cada especialidad, lo que supone gastos fuertes de dinero. Todo para que al final no consiga que el médico ocupacional determine su aptitud para el trabajo”, sostuvo.
El especialista añadió este es el caso de muchos pescadores vulnerables, sobre todo los diabéticos controlados, que denuncian discriminación, puesto que su condición de salud no los incapacita físicamente para el trabajo que realizan, y sobre todo teniendo conocimiento que muchos hombres de mar y patrones de pesca, en esa misma condición, están participando en la presente temporada de pesca.
“En casi todas las embarcaciones se presentan personas con factores de riesgo, ya sea por ser mayores a 65 años, hipertensos controlados, sobrepeso, diabéticos controlados, entre otros. Debemos entender la magnitud de las personas afectadas, ya que si asumimos que sean solo 2 de cada embarcación, el total ascendería a 2,000 pescadores, tanto de embarcaciones industriales de acero como de madera”, estimó.
NEGOCIADOS
Frente a esta numerosa cantidad de pescadores vulnerables que quedan en manos de las empresas para que certifiquen su aptitud, y que en muchos de los casos se les niega, circulan quejas de muchos pescadores en el sentido que inescrupulosos encargados del área de flota de algunas empresas, estarían cobrando fuertes sumas de dinero a pescadores contratados para subir a las embarcaciones a remplazar a los tripulantes vulnerables que no consiguen su certificado de aptitud.
“Esto ha motivado una seria preocupación del Sindicato José Olaya que se compromete a realizar las indagaciones al respecto y hacer las denuncias legales que correspondan porque no se puede lucrar con la desgracia de los pescadores vulnerables que se encuentran en difícil situación económica y necesitan salir a pescar si están en condiciones físicas para hacerlo”, aseveró.
Asimismo, Córdova informó que el gremio sindical ya viene preparando demandas judiciales contra empresas que les están impidiendo laborar a tripulantes vulnerables y no vulnerables que se encuentran aptos para participar en la presente temporada de pesca, como ocurre con tripulantes de Pesquera Capricornio.
Los pescadores solo laboran en temporada de pesca, y en veda se produce la suspensión perfecta de labores, por lo que necesitan salir a pescar. Por otro lado, el Estado los ha desamparado por completo al no destinar ningún bono de apoyo al pescador vulnerable y muchas empresas no cumplen con lo dispuesto en el decreto de urgencia que establece que deben seguir percibiendo sus remuneraciones, ante la falta de prevención, fiscalización, supervisión y sanciones que este mismo decreto establece.