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Los dos policías que fueron atacados salvajemente por ronderos de la comunidad campesina de Río Urín, en la sierra de Áncash, al ser confundidos con delincuentes, presentan policontusiones y fueron atendidos en clínicas de Chimbote y Casma.
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SECUESTRO
Como se recuerda, la noche del viernes último, los suboficiales Frank Junior Manrique Romero y Roger Quijano Bedón llegaron en un vehículo hasta el distrito de Pueblo Libre, en la provincia de Huaylas.
Los policías se trasladaron a la zona para realizar la captura de dos requisitoriados; sin embargo, los familiares de estas personas les dijeron a los ronderos que los agentes eran delincuentes.
Los pobladores de la comunidad campesina colocaron troncos en la carretera para que los suboficiales no puedan avanzar y lograron retenerlos.
Al encontrar el arma de reglamento de los policías, la versión de que eran asaltantes cobró más fuerza.
En todo momento, los suboficiales les indicaron a los campesinos que eran miembros de la Policía Nacional y que se encontraban en la zona en cumplimiento de sus deberes. No obstante, la turba no creyó en sus argumentos y decidió atarlos de manos y pies. Los policías fueron golpeados por los enfurecidos ronderos, hasta el punto que uno de ellos quedó inconsciente.
RESCATE
Un fuerte contingente policial se trasladó el sábado último hasta la zona del conflicto, a mando del jefe de la XII Macro Región Policial Áncash, general PNP Fredy del Carpio León.
Las autoridades policiales sostuvieron una reunión con los representantes de las rondas campesinas y comuneros, en la que se acordó el traslado de los dos suboficiales que permanecían retenidos.
En el tramo de Quillo a Yungay, un numeroso grupo de ronderos y comuneros se opuso al traslado y empezó a lanzar palos y piedras a los agentes del orden.
Los policías lanzaron bombas lacrimógenas y dispararon escopetas perdigoneras con la finalidad de disuadir a la turba.
Luego de dos enfrentamientos, los dos suboficiales que habían sido secuestrados pudieron ser retirados de la zona. Ambos fueron trasladados hasta el Hospital San Juan de Dios de Caraz, donde el médico de turno diagnosticó que ambos agentes presentaban policontusiones.
ATENCIÓN
Ayer se conoció que el suboficial Quijano Bedón fue trasladado hasta una clínica de la ciudad de Casma, para recibir atención médica por las múltiples contusiones en su cuerpo producto del ataque de los ronderos.
En tanto, el suboficial Frank Manrique fue trasladado a Chimbote para recibir atención especializada en una clínica, donde se encuentra junto a sus familiares.
Como se recuerda, ambos agentes prestan servicio en la Comisaría de Casma.
