La mañana del último jueves, decenas de pobladores pertenecientes a la comunidad campesina de Huancuire del distrito de Coyllurqui, en Cotabambas (Apurímac), realizaron una marcha de protesta hasta el campamento minero de la empresa MMG Las Bambas, con cuyos trabajadores tuvieron un altercado el pasado martes.
Según los comuneros, en la fecha en mención, fueron agredidos por agentes de seguridad venezolanos y hasta policías, mientras realizaban el pastoreo de sus animales en la zona llamada Charcascocha, que actualmente estaría en litigio entre la mina y la población.
Javier Ochoa, vicepresidente de la comunidad de Huanacuire, señaló incluso que dos comuneras fueron secuestradas y maltratadas por trabajadores de la minera, quienes las subieron a una camioneta a la fuerza y las liberaron recién el miércoles último.
“Hay venezolanos que han secuestrado a mis tías, esto no lo vamos a permitir, vamos a poner una denuncia por agresión y secuestro a comuneras por parte del personal de Las Bambas. Pedimos que el presidente intervenga, porque queremos solucionar esto de manera pacífica, este es nuestro terreno y también hay incumplimientos por parte de la minera, que sean consientes, nosotros seguimos en extrema pobreza”, señaló.
Según los comuneros el terreno en mención se encuentra en litigio, y por el acuerdo que tienen con la empresa, ellos pueden seguir usufructuando la tierra, vale decir pastando su ganado y cultivando productos, sin embargo denunciaron que son perseguidos y amedrentados por personal de la mina.
En comunicación con Correo, agentes de la Comisaría de Coyllurqui, confirmaron que los comuneros interpusieron una denuncia tras el enfrentamiento, pero por desaparición de personas, no por secuestro. “La denuncia fue presentada anteayer a las 22:00 horas y ayer las comuneras aparecieron a eso de las 20:00 horas, se trata de dos féminas de 49 y 50 años, se están realizando las diligencias en Huancuire, todo está en plena investigación”, señalaron.
PRONUNCIAMIENTO DE LAS BAMBAS.
Tras el hecho la empresa minera Las Bambas, emitió un comunicado, señalando que lamentaban los hechos producidos hasta el momento, sin embargo acusaron a un grupo de 150 comuneros de invadir terreno que es de su propiedad.
En la comunicación indican que la invasión y agresión se produjo cuando trabajadores realizaban actividades propias de la mina, cuando una turba los atacó con piedras y hondas.
“La violenta invasión dejó heridos a agentes de seguridad privada y trabajadores de la empresa. También dejó numerosos daños materiales. Tras estos hechos lamentables, la empresa se ha puesto a disposición de las autoridades para colaborar en las investigaciones del caso”, cita textualmente la nota.
Sobre la denuncia por un presunto secuestro, desde la minera desmintieron totalmente dicha afirmación “Las Bambas rechaza enérgicamente la versión de un presunto secuestro de dos comuneras y reitera su absoluto respeto por las comunidades que forman parte de su zona de influencia. Negamos además cualquier acto de violencia provocado por nuestra empresa, dado que nuestro principal preocupación es contribuir al desarrollo de las comunidades de nuestra zona de influencia”.
Según Las Bambas, en el terreno en mención está ubicado cerca al futuro tajo Challcobamba, por ello en el año 2013 se firmaron un contrato de compraventa con la comunidad, para adquirir parte de su terreno y realizar allí futuras actividades extractivas. Además citan que en el año 2017 se firmó una transacción extrajudicial con la comunidad para resolver de manera definitiva cualquier controversia sobre la propiedad, sin embargo los problemas continúan hasta la fecha.
CIFRA:
-El terreno en mención tiene una extensión de 132 hectáreas, el mismo que se halla en disputa por parte de Las Bambas y la comunidad campesina de Huancuire.