Recientemente, decenas de pobladores de Machu Picchu Pueblo y zonas aledañas, llegaron en una marcha de protesta hasta las instalaciones de la Prefectura de Cusco, a fin de reclamar por la inclusión de 10 buses de su propiedad para que operen en la ruta Hiram Bingham, única vía que conecta este distrito con la maravilla mundial.
Los manifestantes, pertenecientes al Consorcio Machu Picchu Pueblo, refieren tener todas las autorizaciones de orden para operar dicha ruta, además de una sentencia firme del Tribunal Constitucional, que avalaría el ingreso de sus 10 unidades a la señalada vía.
Sucede que, por tratarse de una vía especial, las autoridades peruanas solamente aceptan la operación de 24 buses en esta carretera, que conduce a locales y turistas a Machu Picchu, a través de ocho kilómetros que se cubren en 15 minutos.
De momento esta vía es únicamente operada por la empresa Consettur, que según el Consorcio Machu Picchu, deberá retirar 10 de sus buses para que entren los de su propiedad, esto sería la raíz del problema.
“Estamos a la espera de Sernanp para que autorice el traslado de nuestras unidades vía férrea hasta Machu Picchu Pueblo, es lo único que falta y que está demorando todo el proceso, nosotros tenemos toda la documentación en regla para operar de una vez, pero nos están poniendo trabas que ya no vamos a soportar, si no nos dejan operar la vía tomaremos acciones de protesta contundentes”, señaló Edgar Ríos, gerente del Consorcio Machu Picchu Pueblo.
Consultado acerca de estas acciones de reclamo, mencionó que ellos de ninguna manera tomarán la vía férrea, sin embargo citó que sería el Santuario Histórico de Machu Picchu el que sea bloqueado, dejando sin ingreso a locales y turistas a la maravilla mundial.
“Ya nos conocen a los pobladores de Machu Picchu cómo trabajamos y cómo luchamos, nosotros vamos a tomar acciones, un posible bloqueo se va a coordinar con todos los pobladores del consorcio”, acotó.
DATO:
- Desde el citado consorcio mencionan que sus 10 buses se hallan resguardados en almacenes de Cusco y Urubamba, debido a que habrían recibido amenazas por parte de entes externos para atentar contra estas unidades.