La ola de violencia ocurrida en el centro poblado Castillapata donde un grupo de 300 pobladores, aproximadamente, tuvieron como rehenes a personal de salud dejó en ellos una huella que nunca se podrá borrar.
Una de ellas es la médico Fransheska Riveros, quien narró una escalofriante historia, la misma que a ella le tocó vivir junto a su colega enfermera, un biólogo y el chofer del centro de salud donde se encontraba de turno a la hora del incidente.
“En fin dejo este episodio queda como la peor experiencia de mi vida”, es la frase con la que concluye su relato, el mismo que publicó en su cuenta de Facebook luego de que haya sucedido el incidente.
Aquí compartimos el texto que la galeno que enfrenta al COVID - 19 en primera línea escribió:
Gracias a Dios todo el personal de salud y efectivos policiales estamos bien. Sin embargo déjenme relatar los hechos.
Al promediar las 17:00 horas recibo la llamada de la Lic. de turno del puesto de salud de Castillapata me informa sobre la defunción de un paciente adulto mayor, con antecedente de obesidad y diagnóstico de SARS- COV2 con prueba de antígeno positivo.
El paciente se encontraba en tratamiento indicado por el médico Serums puesto que familiares no querían que lo refieran a Hvca, pese al cuadro crítico y por la probabilidad de UCI, pero familiares se negaban (actas, documentos y videos confirman esto).
Motivo por el cual familiares y comuneros amenazaron con matar al personal de Castillapata y rodearon el puesto de salud.
El personal Enfermera, Obstetra y técnica para resguardar su integridad se encerraron en el establecimiento y llamaron para informar del hecho.
Es así que nosotros informamos a la Comisaría de Yauli y acudimos con el equipo de respuesta rápida (Médico, Licenciado, Biólogo y Chófer) para constatar la defunción y realizar los protocolos en casos de fallecidos por Covid en domicilio.
Sin embargo al llegar la comunidad nos agredieron verbalmente, es ahí que me confundieron con la colega medico Serums de Castillapata y corrieron hacia nosotros con ondas y piedras en mano para golpearnos. Tuvimos que regresar por miedo.
Mientras bajábamos en la camioneta un joven se lanzó a la tolva (como se ve en el vídeo) al seguir el camino con la intención de retornar a Yauli un grupo de pobladores bajaron de los cerros y bloquearon la carretera (comparto un vídeo pequeño) lanzando piedras a los vidrios de la camioneta y exigiendo que bajamos del auto por qué nos matarían y quemarian, pincharon las llantas y obligaron a bajar a nuestro chófer y biólogo que se encontraban adelante, en ese momento la Lic y yo pensamos lo peor, cerramos las puertas y vimos que golpeaban a nuestros colegas, ellos exigían responsables y nos gritaban de asesinos.
Gracias a Dios no bajamos pues quizá ahora tendríamos golpes o nos hubieran matado, solo tuvimos que esperar que descargarán su ira en la camioneta (que era donación de la fiscalía) ahora creo que sí los vidrios aguantaron quizá era porque el vidrio era laminado, pues si subíamos en la ambulancia no se que hubieran hecho con nosotros.
Fue así que la policía llegó, aún así lanzaban piedras gigantes a la camioneta. Por lo cual nos obligaron a regresar dejando las cosas en el auto, y regresamos con la policía hacia Castillapata.
Finalmente me obligaron a certificar a un paciente que murió por Covid con otro diagnóstico, todo para que nos dejen ir.
Para terminar espero se cierre temporalmente las atenciones de este establecimiento, hasta que presten las garantías del personal de salud pues tenemos amenazas de muerte.
Gracias por sus palabras y por el apoyo a cada personal de salud, familiares, periodistas , policías y de más. Llame a tantos en mi desesperación.
En fin dejo este episodio queda como la peor experiencia de mi vida