La pobreza es una enfermedad social que se agrava cuando ‘el paciente’ ingresa a a tercera edad, las fuerzas disminuyen y el rendimiento laboral no es el mismo, dejando a muchas personas en el completo abandono.

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Este es el caso del señor Juan Alvitres (83), quien sugre de ceguera y tiene dificultades para caminar, similar situación sufre su esposa Emilia Romaní, quien a sus 77 años adolece de varios males propios de su edad.

Ambos viven solos en el distrito de Izcuchaca, se tienen el uno para el otro, y nada más, hecho que despertó la solidaridad de efectivos policiales de la referida comisaría, quienes, en su diario caminar, conocieron del caso y quedaron conmovidos con esta situación.

Es así que conversaron entre ellos, realizaron una colecta y compraron algunos víveres para compartirlos con los ancianos, quienes, no estarían recibiendo apoyo de ni un programa social.

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Ante esta situación, desde la Región Policial Huancavelica dieron a conocer que recién vendrían realizando las gestiones para que puedan ser beneficiarios de Pensión 65.

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