Ante el aumento de casos de pacientes “adultos mayores” con problemas de coagulación, especialistas del Hospital Daniel A. Carrión, intensifican las medidas preventivas para dar tratamiento a la enfermedad de la trombosis y evitar una muerte segura.

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Aumento

La médico internista Janeth Rojas, refirió que la trombosis es la formación de un coágulo al interior de un vaso sanguíneo (arteria o vena) que impide el flujo de la sangre hacia los tejidos y se presenta en varias partes del cuerpo, sobre todo en las piernas o en donde existe compromiso pulmonar. “Hasta agosto de este año se han atendido 3183 pacientes con diferentes patologías”, manifestó Rojas Lázaro. Detalló, que en el caso de pacientes con trombosis antes y post pandemia eran en su mayoría adultos mayores. “Durante el COVID-19 los afectados con la trombosis fue menor y aunque muchos fallecieron por la afectación a sus pulmones el incremento se dio durante la cuarta ola siendo necesario otros especialistas en cirugía de tórax o cardio vascular para liberar las trombosis, dar tratamiento y/o amputar”, comentó.

Los factores de riesgo que generan una trombosis pueden ser generados por las personas con obesidad, quienes realizan largos viajes o están mucho tiempo sentados además de quienes padecen enfermedades como las cardiacas, renales, las autoinmunes o mujeres que usan anticonceptivos lo que provoca que la sangre se estanque y hagan coágulos.

Rojas Lázaro, incidió que la gravedad de la enfermedad es la muerte por ello la prevención o tratamiento a tiempo en caso de padecer una trombosis arterial o venosa es necesaria para vivir mejor. “La trombosis en los miembros inferiores es riesgosa y si se ha trombosado (coagulado o tapado) más porque se tendría que amputar y si la coagulación es en el pulmón o hígado el paciente podría morir por ello es oportuno acudir al médico para un chequeo al menos una vez al año”, finalizó. Además que los síntomas más comunes son la hinchazón, dolor, sensibilidad al tacto y enrojecimiento de la piel.