Los panes más ricos, son los que se amasan y hornean en Concepción. Aquellos que ya tienen unos 400 años de tradición, pero que no han perdido el sabor de aquella pieza, recién salida del horno y por la cual se nos hace agua la boca.
Marilyn Vásquez Barreto, aprendió el oficio de su bisabuela Domitila Marmanilla, ya que esta labor es una tradición que se transmite de generación en generación. Su nieta Alondra de 7 años heredará sus saberes.
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Linaje de panaderos
“Nuestro pan de anís es muy rico, nutritivo, no tiene bromato, ni mejorador, es 100% trigo puro”, afirma Marilyn, que expende los productos en La Casita del Pan ubicada frente a la plaza de la provincia de Concepción, que alberga a unos 40 productores artesanales.
Allí tiene las diversas variedades como “el cusay” o pan bendito con el que se premia al hornero, este es requerido para los cumplimiento en los bautizos, en las canastas que se llevan a las palpas en los matrimonios.
También están los panes “bollo”, “llapsa”, “torta”, “semita”, el pan de maíz. Las wawas y llamitas, esta última está referida a la tradición del buen traslado de los difuntos a la pachamama. “Los ingredientes incluyen harina de trigo, azúcar, levadura, agua de anís, se cocina en horno artesanal, hecho de barro, el cual madura por unos 40 días, cuando está bien caliente, en la primera horneada solo requiere de 3 minutos, la segunda de 5 y así baja el calor”, comenta nuestra panificadora.
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Para fermentar la masa del pan, se requiere de 6 a 8 horas, pero si hay helada se requieren de 10 a 12 horas. La harina que utilizan es 100% de trigo que se produce en la región.
Pandemia los afectó
Por el incremento del costo de los insumos a causa de la crisis económica, los productores también resultaron afectados y ahora venden 4 piezas por un sol, antes estaba a 5 por un sol.
La producción es trasladada en los famosos montacanastas, que cargan en asémilas la producción y distribuida a los diversos pueblos. Aunque ahora llega hasta Lima, en bus pero con el mismo sabor de siempre. En el año 2011, el pan de anís, fue el mejor del Perú en el festival Mistura. El semita, el cusay y el pan de alcachofa, también tuvieron sus sus múltiples galardones. Los panificadores hicieron una pasantía a Alemania, donde quedaron sorprendidos con la tecnología.