De los 2 mil internos que tiene el penal de Huancayo, unos 750 son presos por violación, tocamiento indebidos y actos contra el pudor, muchos de ellos incluso tienen cadena perpetua informada el director del establecimiento penitenciario, Guido Villavicencio. “Los presos por delito de violación son una problemática a nivel nacional, en Lima donde hay penales grandes, incluso hay pabellones enteros de internos por este delito, esto implica que se tienen que tomar otras medidas”, precisó.
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Acotó que en el penal de Huancayo se ha incrementado el ingreso de reales por este delito, lo que implica que el Gobierno debe asumir medidas disuasivas para frenar esta situación.
Por su parte el psiquiatra y exdecano del Colegio Médico en Junín, Wilbert Barzola, dijo que ahora que se está proponiendo la castración química a los violadores, es necesario que la población sepa que este método es temporal con la aplicación de fármacos destinados a reducir la libido y la actividad sexual de la persona.
“En el momento que se deja de utilizar los fármacos, la persona podría volver a ser un peligro”, dijo. Existen dos maneras para aplicar la castración química, con una inyección mensual, trimestral o semestral cuyo costo es de 200 soles, 1200 soles y 3 mil soles, respectivamente.
También están las pastillas, cada día se ingiere una cápsula cuyo costo es de 8 soles.
Respecto a los más de 750 internos que están presos por delito de violación, durante que si el fármaco se aplica en estas personas, solo bajaría los niveles de hipersexualidad, el tiempo que el fármaco es aplicado. Además agregó que es costoso y requería de una supervisión y no podría ser utilizado de por vida.
Sobre las medidas para disminuir las violaciones, considerar que se deben implementar programas para detectar oportunamente a los abusadores sexuales y que estas personas vayan presas de comprobarse el delito.
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No obstante, excepcionalmente que en las familias, se deben tomar todas las medidas para cuidar a los niños, que son los más vulnerables, como el caso de la niña secuestrada y abusada en Chiclayo o el menor con síndrome de Down en Jauja. El psiquiatra, manifestó que el alto índice del abuso sexual contra mujeres y menores, persiste porque en la región y el país hay una cultura machista, elevados índices de consumo de alcohol y drogas, además de violencia familiar.
El galeno, pidió que se invierta más en educación y enseñar a las familias a proteger a las víctimas de una posible violación, ya que el 80% de los casos ocurren en el entorno familiar, que involucra a padres, hermanos, tíos, profesores que permanecen cercanos a la víctima. “Tiene que haber una intervención coordinada entre el sector Salud, Educación, en las familias para trabajar en la reducción de los niveles de sexual, de lo contrario el problema va a persistir”, concluyó.