Hace más de 5 décadas, en Huancayo no se registra un sismo de magnitud 6 o superior. La última vez que pasó dejó más de un centenar de víctimas mortales. En la provincia de Satipo han paso casi 80 años, desde el desastre que ocasionó el sismo de magnitud 7,7 devastó toda la provincia y en Jauja, se cuenta con la falla geológica de Ricrán, cuya activación podría generar un movimiento telúrico superior a los 7 puntos de magnitud.
Defensa Civil del Gobierno Regional de Junín, detalló que debemos estar preparados para saber cómo actuar y alerta que la región no es ajena a los desastres naturales.
El riesgo de la falla del Huaytapallana
“La activación de la falla del Huaytapallana, podría generar un sismo de 6 a 8 grados (escala de Richter), generando un impacto destructivo en las provincias de Huancayo parte de Concepción y Chupaca. El 50% de las viviendas colapsarían, porque son de material rústico y las de material noble que no han seguido las recomendaciones del reglamento nacional de edificaciones”, señaló el subgerente de Defensa Civil, del Gobierno Regional de Junín, José Vásquez.
El año 1969, es cuando se activo la falla geológica de Huaytapallana, ubicada en la provincia de Huancayo. En esa época se dieron dos sismos de 5,6 y 6,2 en escala de Richter.
Aparte de la falla, en el nevado que lleva el mismo nombre, se cuenta con lagunas que discurren por la cuenca del Shullcas. Lo que podría ocasionar una posible inundación de cientos de viviendas ubicadas cerca de este afluente que atraviesa la ciudad Incontrastable.
“El panorama sería devastador. Probablemente se genere el desborde de lo que son las lagunas que están en el Huaytapallana y se inunde las viviendas que están cerca a la faja marginal del río Shullcas”, añadió Vásquez.
El peligroso silencio sísmico
En la provincia de Satipo, se cuenta con la falla geológica del Gran Pajonal, cuya activación se dio el año 1947, ocasionando un sismo de 7,7. Esto terminó ocasionando la pérdida de cientos de vidas humanas y destrozando gran parte de las viviendas que se tiene en la Selva Central. El funcionario expresa que si una falla geológica generó un sismo de gran magnitud, podría volver a hacerlo en los próximo años. En ambos casos ya se tiene más de 5 décadas de inactividad y esto podría ser peligroso para la población, principalmente para los que no cuenten con predios sismo resistentes.
“Es totalmente seguro que se va a volver a repetir un sismo de igual o mayor magnitud al ya registrado con anterioridad”, añadió funcionario.
Ante este panorama, es importante que la población esté preparada no solo en infraestructura, sino en rutas de escape para evitar la mayor cantidad de pérdida de vidas humanas. Sin embargo solo un porcentaje de la población sigue participando de los simulacros multipeligro que se organizan a nivel nacional. La última fue a las 8:00 de la noche del último martes 5 de noviembre.
“Es importante que la población tome conciencia, que somos una región alta de sismos y esto generaría la muerte de muchas personas que no sepan de zonas seguras, no cuentan con rutas de escape y mochilas de emergencia”, concluyó el funcionario.
Mochila de emergencia
Qué debería contener las mochilas para emergencia. El peso máximo debe ser de 8 kg para que sea fácil de manipular y su contenido sería para dos personas y un tiempo máximo de 24 horas. En higiene debe contener: Toalla de mano y cara, papel higiénico, paños húmedos, mascarillas y alcohol en gel.
En cuanto a alimentos se recomienda los no perecibles como: Agua embotellada, comida enlatada, leche, chocolate y galletas.
En ropa y abrigo se debe priorizar: Casaca, ropa interior y manta polar. Es importante guardar artefactos que permitan comunicarse , por lo que se debe contar con: Radio a pilas, pilas, linterna y silbato.
En otros que podría ser útil en casos hallar a personas heridas, debe tener a la mano: Botiquín, medicamentos, dinero y el Documento Nacional de Identidad (DNI).