Cuenta la historia que, en 1882, el ejército chileno le pidió a la población chupaquina 200 mujeres vírgenes. Se negaron a dárselas y la batalla explotó. Un grupo de campesino con palos y piedras enfrentado a escopetas y plomo de los foráneos sureños. Chupaca perdió. Pero su moral estaba intacta. Las mujeres no habían sido tocadas. Batalla de Carato fue como se bautizó a aquel momento de sangre y valor.
Ayer, como cada 19 de abril, se escenificó este acto heroico en la plaza principal de la provincia de Chupaca. Esta vez, el actor Gerardo Zamora le dio realce al acto con su interpretación como Manuel María Flores, uno de los héroes de la campaña.
En la actuación también participaron miembros de la Trigésima Primera Brigada de Infantería del Ejército Peruano y estudiantes de diferentes instituciones educativas.
La historia de honor
La Batalla de Carato fue una de las muchas que se libró en el territorio peruano durante la Guerra del Pacífico. Historiadores locales como Aquilino Castro Vásquez recuerdan la masacre que Chile sembró en el territorio chupaquino. Hubo una resistencia tenaz, más de valor porque armamento no tenían; de aquellos años se recuerdan nombres como Manuel María Flores, Jacinto Dorregaray, Teodoro Peñaloza, Cecilio Maraví, Pedro Dávila. Las calles del distrito capital y algunas instituciones llevan sus nombres.
Meses después, en julio de ese mismo año, en Marcavalle y Pucará la suerte estará a favor de los peruanos. Comandados por el “Brujo de Los Andes” Andrés Avelino Cáceres se desatará otro enfrentamiento con las tropas del sur y serán los campesinos quienes obtengan la victoria.
Ayer, en la plaza principal de Chupaca, más de 100 actores se desplazaron para revivir aquellos años.
De igual forma, en graderías instaladas para la ocasión, un gran número de personas y vecinos llegó para contemplar esta tradicional escenificación.