“¡Triste volverá, triste llorará!”; “¡Aquel pañuelito, que me regalaste, secan mis ojos, secan mis llantos!”, fueron las letras que cantaron llorando los seguidores de Augusto Bernardillo, al momento de su ingreso al Cementerio General de Umuto, donde la tarde de ayer tuvo una multitudinaria despedida. Los restos de compositor huancaíno y creador del estilo “A”, fueron velados hasta pasada la 1:00 de la tarde de ayer en la Casa de la Cultura de El Tambo Juan Parra del Riego.
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Tras un breve ceremonia, el féretro fue trasladado a la casa donde creció Augusto Bernardillo, ubicado en el anexo de Umuto de este distrito, donde recibió otro homenaje antes de llegar al campo santo.
Su hermana Carmen Bernardillo, su hijo Henry Bernardillo, así como sus sobrinos, estuvieron al costado del ataúd de Augusto Bernardillo, que ingresó cargado al ritmo de la música tropical andina.
Un mar de dolor
Más de un millar de personas le dieron el último adiós llorando, brindando y cantando los temas con los que el Grupo Alegría, llegó al éxito desde la década de los años 70′.
“Desde chiquilla escucho las canciones de Alegría. Me da mucha pena que ya no esté con nosotros, pero así es la vida. Su música realmente llegan al corazón y es el legado que nos deja”, dijeron algunas concurrentes.
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De los hijos de el “genio de la guitarra”, estuvo presente Henry Bernardillo, quien señaló que su padre queda en el corazón de todos sus seguidores.
“Estoy agradecido, por el cariño que sienten hacia mi padre. Crearemos un grupo en redes sociales llamado el Súper Clan Alegría, donde colgaremos todo el legado que nos deja Augusto Bernardillo”, refirió Henry Bernardillo.
Con el transcurrir de los minutos, los pasillos del Cementerio de Umuto se notaban cada vez más repletos. Los seguidores trajeron rosas, y gritaron que el nombre de Augusto Bernardillo, no será olvidado.
