En escombros, está la casa que habitan los ancianos Martina De La Cruz Vargas (75) y su esposo Sixto Peña Orellana, ellos pernoctan allí en medio de la oscuridad, el frío intenso y los olores fétidos. La pareja es parte de los damnificados, luego de la inundación ocasionada por la obra de la canalización del río Chilca.
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Ayer, los soldados del Ejército armaron sacos de arena que colocaron en el frontis de su predio, ya que la lluvia sigue persistente y temen que en cualquier momento pueda ocurrir otra desgracia.
Además, armaron una muralla con listones de madera calamina, para evitar que los sujetos de mal vivir ingresen a robarles. Ya que se han quedado para cuidar a sus animales. Los voluntarios de la iglesia de Dios, también brindaron apoyo.
“Solo tengo un cuarto, donde estoy con mi esposo, pero no puedo dejar mis cosas, a mis animales”, exclamó la septuagenaria. Aquel día de la desgracia, ambos quedaron atrapados en medio del agua y el lodo. Sus vecinos, unos jóvenes les extendieron una escalera hacia su casa y los sacaron prácticamente desnudos.
Otro acto de solidaridad, lo protagonizaron los escolares y padres de familia de la institución educativa Santa María Reyna que entregaron víveres, ropa y diversos enseres a Izamar Lucero Beltrán, una madre de familia damnificada junto a sus hijos de 12 años y 4 meses y que se quedó sin vivienda.
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Lady Espinoza que tiene 6 hijos, ayer continuaba lavando las ropas, entre lo que han perdido están los uniformes de sus hijas que estudian en el colegio Cocharcas y el colegio Mariátegui. Ella es una persona que por tener el DNI en Huancavelica, no recibió apoyo y por eso solo queda lavar los harapos que rescató del lodo para poder vestirse. La laptop de su hijo está malograda. Para ayudarla pueden llamar al 921044310.
Marcelina Villaverde, dijo que los vecinos viven con la angustia de que nuevamente pueda ocurrir otra inundación, y aunque lo han perdido todo, siguen en la zona de la tragedia.
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