La tarde de ayer, un equipo liderado por el mayor PNP Rojas Edilberto Peña, el capitán PNP Gamboa León José Orlando, tres efectivos, serenazgo de Sangani y 25 comuneros, llegaron hasta el anexo Unión San Pedro de la cuenca de Rio Amarillo en Chanchamayo, región Junín. Tras viajar una hora con camioneta desde Pichanaqui, pasar una carretera en pésimo estado y varias hectáreas de cultivos de piña, subieron 200 metros hacia la cumbre, allí -les habían informado- se escondía un feminicida que el pasado viernes mató a su esposa y madre de sus hijos a golpes.
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Francisco Areche Flores estaba camuflado debajo de hojas, había salido de su escondite para tomar agua, ya que desde el sábado estaba sin probar alimento alguno. Al darse cuenta de la presencia policial, trato de pasar inadvertido camuflándose entre la vegetación pero, fue visto por los agentes.
Francisco se levantó y corrió, pero, tras varios disparos disuasivos y persecución en medio de la maleza lograron agarrar al que han bautizado como el “monstruo de San Pedro”. La población pide que le den el castigo que merece.
Una vida de terror
Llegaron hace 10 años desde Huancavelica, Francisco y Petronila, tenían tres hijos, dos niños y una niña, que igual que su madre vivían sometidos al terror. “El hombre ya tuvo una denuncia, aquella vez acuchilló a su mujer en los genitales, la Policía lo capturó, pero la fiscal no pidió prisión preventiva y lo soltaron. Lo soltaron ya para que la mate”, dice uno de los comuneros.
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Efectivamente, la noche del viernes 29 de abril, Francisco Areche Flores terminó a golpes con la vida de su esposa Petronila quien cansada del maltrato había pedido garantías para ella y sus hijos, sin embargo, esto enfureció más al sujeto y como las garantías quedan en papel llegó a la casa, abusó de la mujer y la molió a golpes. “Estaba ya desangrándose, otra vez le había acuchillado sus partes íntimas”, señalan los comuneros que la hallaron moribunda.
Aquel día, improvisaron una camilla y la llevaron al centro de salud donde solo confirmaron su muerte. También, capturaron a Francisco y lo metieron a un calabozo comunal hasta que llegue la Policía, pero, en medio de la oscuridad de la noche alguien lo habría ayudado y fugó, hasta ayer cuando fue capturado