Tras el derrumbe de lodo y piedras que cubrió la vía marginal y que dejó varados a cientos de pasajeros por huaicos en Chanchamayo, agentes de la Policía de Carreteras cumpliendo su compromiso con la sociedad y de ser los verdaderos “ángeles guardianes de las carreteras” ayudaron a trasladar niños y ancianos para ponerlos a buen recaudo.
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Centenares de vehículos tuvieron que apagar sus motores mientras se restablecía el tránsito y los pasajeros tuvieron que a esperar con mucha paciencia que se arregle la vía en su totalidad. Sin embargo otros optaron por caminar el tramo afectado a pie, arriesgando sus vidas.
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La Policía Nacional que custodiaba la zona tuvo que ayudar a los viajeros, muchos con niños y ancianos a cruzar para salir de la zona donde cayeron los guaicos desde las 2.00 de la madrugada. El alcalde de Perené, Hermenegildo Navarro, en coordinación con Provias, dispuso maquinaria.