En un contexto de violencia y creciente inseguridad en Ecuador, el presidente de ese pais, Daniel Noboa, ha tomado la decisión de declarar el Estado de Excepción en el hermano país para combatir el flagelo de los grupos terroristas y organizaciones criminales. Quiero felicitar al mandatario de la República por su determinación y firmeza al emplear toda la fuerza coactiva del Estado contra aquellos que amenazan la paz con la violencia y miedo.
Por supuesto, es crucial reconocer la gran labor de las Fuerzas Armadas y la Policía en este enfrentamiento.
Su valentía y dedicación son el eje principal para restablecer la seguridad y el Estado de Derecho en Ecuador. Es imperativo fortalecer estas instituciones, brindándoles todas las garantías de protección necesarias para su labor de pacificación nacional.
La presidenta peruana Dina Boluarte debe tomar las medidas correspondientes para resguardar las fronteras del norte del Perú, que limitan con Ecuador. Debemos evitar la infiltración terrorista y el crimen internacional a nuestro país. El Ejecutivo debe trabajar de manera cooperativa con las autoridades ecuatorianas, consolidando una alianza estratégica para garantizar la paz y el orden en ambos países.
La aplicación del Estado de Excepción es una medida temporal, hasta que se logre reestablecer la seguridad y el orden público dentro del país. Estas medidas deben ser acompañadas de un plan estratégico para garantizar su efectividad y la transparencia de las autoridades.