En el contexto de segunda ola se han reportado cerca de 100 nuevos contagios de coronavirus en la provincia de Chincha. La estadística, elaborada por la Unidad de Epidemiología del Hospital San José, revela que el número de hospitalizados se incrementó y que la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y la Unidad de Cuidados Intermedios (UCIN) están al borde de su capacidad. El virus sigue avanzando entre la población.
Ayer, en el reporte, se identificaba a 56 pacientes internados por presentar diagnóstico de COVID– 19. Otros tres habían ingresado por otro servicio, pero también con la infección letal. Estas 59 personas son el reflejo del incremento de casos que se registran en estas tres últimas semanas y que, únicamente, corresponde a las atenciones del sector salud. No están considerados el Seguro Social, ni las clínicas. Es decir, el número podría ser todavía mayor.
Quedan pocas camas de hospitalización
La capacidad actual del nosocomio local es de 72 camas libres, 38 menos de las que se contabilizó en el primer día de enero 2021. Los hospitalizados pasaron de 21 a 59 en solo 24 días. En este periodo de tiempo, también hubo personas que se recuperaron, como las 10 altas médicas que se realizó en la víspera, y las perdidas irreparables que han dejado incompleto a decenas de familias.
En Chincha, hasta el 24 de enero, hay solo dos camas libres en UCI y, a penas uno en UCIN. Ambas consideradas las áreas críticas del Hospital San José para atender, exclusivamente, a aquellos ciudadanos que han perdido la capacidad de respirar debido a la invasión del virus de Wuhan. No hay hasta el momento vacuna en el país, ni profiláctico comprobado que pueda hacer frente al coronavirus.
Para esta segunda ola de contagios la sociedad civil vuelve a refugiarse en la distribución gratuita de ivermectina, la cual promueven como preventivo. Gobiernos locales también están replicando esta medida, que empezó a dosificarse desde mayo del año pasado a raíz de la prescripción que brindó -en ese entonces- un empresario local para enfrentar la pandemia. Sin embargo la realidad contrasta con la iniciativa, y es que el virus no deja de atacar a los chinchanos.
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