En la morgue del distrito de Alto Larán permanecen los cuerpos de los extranjeros que fueron victimados por un suboficial de la Policía Nacional del Perú. Ayer los familiares de estas personas llegaron hasta Chincha para retirar los restos y exigir sanción contra el efectivo, que en el interior de un bus interprovincial disparó y mató a dos adultos y un adolescente por causas que todavía están en investigación.
Hechos del homicidio
Como se recuerda, el lunes último, en el vehículo de transporte de pasajeros que iba de Lima con destino a Cusco, a la altura del km 185 de la Panamericana Sur fueron asesinados a balazos la venezolana Vilma Yoiza Cárdenas, su hijo Antoni Awin Galicio Cárdenas y su pareja Rafael Bautista Piña, natural de República Dominicana. El autor de los disparos es el S3 PNP Salomón Quispe Mamani, quien también viajaba en el bus.
Jesús Mota Cárdenas, el primogénito de Vilma, llegó ayer a la provincia para llevarse los cuerpos. Pero hay una barrera que él ni sus parientes pueden superar: la falta de dinero. Indica que no cuentan con recursos para costear los gastos del sepelio y solicita que tanto la empresa Paredes Estrella, como la institución policial asuman responsabilidad en este caso. En el extremo último porque fue un efectivo en actividad, el que causó la muerte de los extranjeros.
Los deudos mientras esperan el apoyo solidario de la comunidad nacional y extranjera, exigen que el agresor sea sancionado. Ayer, precisamente a las 4:30 de la tarde se inició la audiencia de prisión preventiva solicitada por la fiscal Nancy Pachas. La diligencia se desarrolló en el Juzgado Penal de Investigación Preparatoria del distrito de Pueblo Nuevo.
El efectivo envuelto en el triple asesinato, Salomón Quispe, seguirá bajo investigación hasta recibir condena. Éste, con su actuar dejó en la orfandad a una niña de cuatro años, además de acabar con el futuro de Antoni Awin, quien a sus 17 años ya brillaba en el baloncesto y también la de su madre que día a día crecía como influencer. Ambos llegaron hace seis años a Perú en busca de un cambio en sus vidas sin imaginar que este país se convertiría en su tumba.
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