El hombre que convivía con su madre terminó siendo su peor pesadilla. Una mujer relató en la comisaría de Chincha Baja y ante la Fiscalía que su padrastro, Jorge Luis DVL, abusó de ella en dos ocasiones y cuando aún era menor de edad. Este sujeto es sindicado además de cometer el delito de tocamientos, actos de connotación sexual o actos libidinosos sin consentimiento en agravio de la denunciante que en la actualidad tiene 20 años.
La víctima el pasado 1 de diciembre se encontraba en su vivienda, ubicada en el centro poblado Canyar. De pronto escucha la voz de su padrastro que pide retirar la ropa del tendero. Ella, recoge las prendas, siendo en esas circunstancias alcanzada por el acusado que exhibe un fajo de billetes y realiza la proposición indecorosa: “Hay 500 soles, ahorita te doy 100 y después te doy el resto”. La mujer no acepta y trata de refugiarse en su casa.
Pero es seguida por el hombre que hace más de 10 años se unió a su madre. Según el relato este realiza tocamientos indebidos a su hijastra y persiste con el ofrecimiento de dinero. En un video captado por la mujer se observa la escena. Se denota además que la agraviada en reiteradas ocasiones pide al individuo que se vaya, e incluso dice que va a denunciarlo. El padrastro no desiste y comienza a realizar actos obscenos.
Pruebas del hecho
La mujer vuelve a requerir que se retire y finalmente su agresor se va. En ese momento, ella sale de su vivienda a pedir ayuda. Personal de la comisaría de Chincha Baja detuvo al acusado, quien en su manifestación señala que el dinero fue requerido por su entenada. No obstante, en el video transcrito por la fiscalía no se observa esto y más bien precisa que es él quien trata de acercarse a la joven, que se defiende para no volver a ser víctima de tocamientos.
A raíz de estos hechos, la agraviada narró que cuando era menor de edad fue ultrajada dos veces, siendo el presunto autor su padrastro. De acuerdo con esta versión el atacante aprovechaba que se quedaba a solas con su víctima para cometer la cobarde agresión. La joven señala que guardo silencio todo este tiempo porque el sujeto le decía que nadie iba a creerle y además amenazaba con hacer daño tanto a su madre como a ella.
El agresor se encuentra a disposición del Poder Judicial. La medida solicitada por el Ministerio Público es que cumpla arresto domiciliario. Hecho que la familia de la agraviada no comparte, pues exigen prisión preventiva.