Mañana 19 de julio inicia la Feria Internacional del Libro de Lima 2024 que durará hasta el 6 de agosto, en el emblemático Parque Próceres de la Independencia en Jesús María. Donde la escritora iqueña Leydy Loayza Mendoza presenta “Hijas de su madre”, que cierra la trilogía de novela negra en el Perú.
¿Cómo nace el título “Hijas de su madre”?
De imágenes que no se me borraban de la cabeza. Una adolescente de quince años siendo raptada a fuerzas, una detective testaruda y obstinada con acabar con la corrupción, la trata de menores y el narcotráfico, una madre imbatible capaz de sobrellevar la búsqueda y la tragedia. Este país corrupto necesita coraje y determinación para salir del miasma.
¿Qué nos trae Alma, tu personaje principal, en esta tercera novela?
Alma esta desatada. Ha construido su fortaleza en el imperio de las sombras, de las historias grises y oscuras para hallar su propia luz. Para perdonarse a si misma. En dos tiempos diferentes. El primero, la periodista de investigación que se infiltra en el mundo del narcotráfico para salvar a las niñas raptadas o las que huyen confundidas, cuyas madres confiaron en ella para encontrarlas. Y la segunda, en la diplomática política que en lugar de sucumbir ante los vejámenes del sistema corrupto lo mina desde adentro.
¿Cuánto tardaste en escribir “Hijas de su madre”?
Fue desde el año 2022, terminada la segunda novela de la trilogía que circularon las ideas, imágenes y personajes en mi cabeza hasta que se fueron consolidando y me llevaron a terminar la historia este 2024. Y luego de esto pretendo embarcarme en otra. Son mi mejor compañía. De hecho aún hay mucho que narrar y que pasa todo el tiempo. El Perú no deja de ser una novela negra. Aunque también tengo en proyecto un nuevo libro de poesía y crónicas.
La mujer con el puño levantado en la portada del libro, ¿qué significa en tu novela?
La protesta. En tiempos donde se dice que la “calle no prende”, hay mucho que reivindicar, el Congreso acaba de eliminar la paridad y la alternancia, acaban de blindarse, asegurarse la relección, permitir delitos de lesa humanidad y no pasa nada. La novela es también un grito de emergencia, no urgencia. Estamos en emergencia y solo podremos salir si dejamos el statu quo para actuar.
¿A quién dedicas este título?
A todas. No hay lucha perdida, muchas veces nos esforzamos el doble, triple, cuádruple y aunque mal paguen, la mejor fortaleza está en nosotras mismas, las que tal vez todavía no somos, pero que seremos algún día. A mis personajes. Muchos ya no están en este mundo, todo personaje de la historia tiene ciertas características extraídas de la realidad de allí se nutre, pero migran a la ficción donde son totalmente libres.
Desde mañana podemos encontrar tu libro en la FIL Lima, Stand Estación la Cultura y el 5 de agosto será la presentación en el auditorio César Vallejo, ¿qué les dirías a tus lectores?
Que no se van a arrepentir, es una historia escrita con sangre, con emociones al límite, con pasión.