En medio de un alarmante brote del dengue, que ya ha causado varias muertes en la región Ica y reporta miles de infectados, los centros de salud reciben cada vez más pacientes con síntomas compatibles con la enfermedad, quienes deben esperar largas horas en el hospital EsSalud Félix Torrealva Gutiérrez.
Maltrato a los asegurados
La curva de contagios es ascendente y las autoridades del sector Salud, al parecer carecen de un plan eficaz, ya que la brecha de médicos se evidencia en las más de tres horas que debe esperar un paciente con fiebre por encima de los 38 grados, dolor de ojos, dolor de articulaciones y otros en una silla a la espera de ser atendido en el conocido “Petita”, donde se acercan los asegurados a conocer si tienen la infección.
Casi la totalidad son derivados a “Medicina I y II”, donde inclusive esperan adultos mayores de 70 años a más, en algunos casos se llegó a conocer de algunos pacientes que ingresaron a las 8:00 de la noche y fueron atendidos pasadas las 11:00 p.m. Además, el médico, pese a la fiebre alta, dolor, solo les indicó que tomen paracetamol, sin embargo, no ordenó que sean rehidratados con suero intravenoso y ninguna otra orientación profesional.
“No se puede aguantar así”, “Hace horas que estamos esperando”, “hay demasiadas personas y solo dos médicos”, “¿cómo nos pueden tener así, si el seguro tiene millones de soles?”. Eran varios de los reclamos de los usuarios de EsSalud.
También se les realizó un examen de sangre en el laboratorio, sin embargo, el resultado para saber si tienen dengue o no, recién saldrá en cinco días, causando incertidumbre en los pacientes, que pueden auto medicarse, tras no conocer un diagnóstico específico del profesional de la salud.
Ayer por la mañana. También se evidenció que llegaron decenas de personas con síntomas del dengue, la fila era aún más larga y por ello ya no pudieron aguardar en la sala de espera del consultorio de medicina, sino en la parte externa de la cochera, donde los ciudadanos con sus rostros daban señales de agobio y cansancio. La expresión no era por el posible resultado, sino por el calor que se siente en dicho espacio, donde han puesto sillas, y las personas están expuestas a las altas temperaturas, solo bajo la protección de un toldo de malla raschel.