A merced de la delincuencia. Así se encuentra la población del distrito de San Clemente, quienes a diario son víctimas de robos o asaltos, extorsiones y demás actos delictivos, sin que la policía y el serenazgo pueda enfrentar este clima de inseguridad en que viven.
En este distrito, que es llamado el más grande de la provincia, domicilian unos 35 mil habitantes, quienes solo cuentan con un puesto policial y una base de serenazgo para luchar contra los delincuentes que cometen sus fechorías a diario.
Frente a la crecida delincuencial, la policía y el serenazgo nada pueden hacer porque no cuentan con movilidades o logística para atrapar a los ladrones, porque siempre adolecen de falta de unidades o combustible para desplazarse a los diferentes sectores.
En la comisaría de San clemente, ninguno de sus tres patrulleros se encuentra operativo, solo contado con una moto lineal para realizar las rondas en una extensión territorial de 127 kilómetros cuadrados, porque los patrulleros se encuentran en el depósito.
En igual situación se encuentra el serenazgo del distrito sanclementino, quienes tienen que pedir una camioneta administrativa para realizar el patrullaje integrado o para acudir a las situaciones de emergencia.
Esta situación ha convertido a determinadas zonas como intransitables porque fueron tomadas por los delincuentes, quienes roban en horas de la noche y el día, muchas veces acabando con la vida de sus víctimas, tal como sucedió con Wilman Quichca Jayo (24), a quien lo asesinaron para robarle.