En el asentamiento humano Señor de Cachuy, en Chincha Alta, se produjo un macabro hallazgo; tendido en la cama, calcinado estaba el cuerpo de una persona de sexo masculino. Se trataba de Roberto Benavides Martínez, padre de una adolescente de 16 años, que de acuerdo con las primeras pericias de la policía presenta una herida en la cabeza, ocasionadas por el verdugo que después se encargo de iniciar el fuego.
Hechos en la zona
Ayer, cerca de las 5 y 30 de la madrugada los vecinos alertaron a los serenos de Chincha sobre la ocurrencia de un incendio en el predio de la Mz. B lote 1. Los municipales solicitaron apoyo de los bomberos para controlar este siniestro junto a los moradores. Sin embargo, no imaginaron que todo se originó en la habitación de Benavides, quien no mostraba signos de vida y tenía el cuerpo, completamente, dañado por las llamas.
La familia consternada por lo ocurrido comenzó a buscar a su hija, que vivía con él, pero no estaba. Con el paso de los minutos la sospecha de un asesinato cobraba más fuerza. El hecho se comunicó al Departamento de Investigación Criminal, y en las primeras pesquisas se encontró evidencias que el occiso presentaba lesiones. “Tiene un golpe en la cabeza causada por un objeto contundente”, revela un efectivo policial.
Hipótesis del caso
Con cada revisión se hallaba más indicios para sostener la tesis del homicidio. Se presume que el asesino, conocía el lugar y que encontró un cómplice para perpetrar este horrendo hecho. Y es que las puertas, al parecer, no se violentaron. El verdugo camino por la casa hasta dar con la habitación de la víctima que descansaba sin imaginar que se había tramado un plan en su contra. Benavides murió sobre su cama.
Las investigaciones determinarán si estaba vivo o no cuando el asesino inicia el fuego. De momento ha comenzado la búsqueda de su hija y la pareja de esta. Para los deudos ambos tendrían relación en este despiadado hecho. Acusan que ninguno contesta las llamadas, están no habidos, desde que se reportó el siniestro.