Los dirigentes de las empresas de transporte que brindan servicio de colectivo se presentaron en la sede de la División Policial de Chincha para establecer diálogo con las autoridades y contribuir con el ordenamiento del sector. “Nosotros siempre vamos a estar del lado de la formalización”, señaló Wilfredo Espinola presidente de la Asociación Provincial de Transporte de Chincha.
Espinola refiere que hay algunos efectivos que aprovechan “su rango” y sancionan a los chóferes de servicio público por no contar con tarjeta de circulación. Según explicó desde hace aproximadamente dos meses el concejo provincial no emite estos documentos, situación que imposibilita realizar el cambio de uso. Es decir, reemplazar la placa blanca (vehículo particular) por la de color amarillo (colectivos y taxis).
Diálogo por el transporte
“La tarjeta de circulación es el único documento que sirve para la Cámara de Comercio para hacer el cambio de placa y estamos dando a conocer a las autoridades sobre esta situación para que tomen de conocimiento y podamos hacer un trabajo coordinado”, comentó. Espinola acompañado de otros dirigentes se acercó a la División para exponer esta y otra problemática que atraviesa el parque automotor.
Es el caso de las señalizaciones que están ausentes en algunas calles del cercado y todavía peor que no se ejerce sanción en igual condición contra los chóferes de vehículos particulares que pasan por encima de las normas de tránsito. Como sucede a lo largo de la calle Italia, Óscar R. Benavides y otras en donde está prohibido el estacionamiento y sin embargo no se retira las unidades, ni se coloca la infracción a los propietarios.
Y no solo son estas vías pues tampoco se puede aparcar en el perímetro de la Plaza Mayor de Chincha. Pero, esta regulación municipal no se acata en su totalidad. Incluso en el frontis del edificio del Poder Judicial, División Policial y Municipalidad Provincial hay autos, camionetas y vehículos menores que permanecen por larga jornada obstaculizando la vía y ningún funcionario impone autoridad para hacer respetar el orden.