El alcalde de Trujillo, Arturo Fernández Bazán, no ha cambiado desde que fue sentenciado por difamar a la oficial de la Policía Nacional del Perú, Nataly Rojas Rojas. Tiene varias querellas por este delito, debido a que acusa sin mostrar pruebas. Además, tiene un juicio que ha eludido con satisfacción para sus intereses.
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Sin embargo, hoy tendrá que responder sí o sí, por la denuncia de difamación agravada que le interpuso el arqueólogo Ricardo Morales Gamarra.
Proceso
Este caso es visto en el Primer Juzgado Unipersonal de la Corte Superior de Justicia de La Libertad. El juicio debió empezar el 26 de julio; no obstante, ese día Arturo Fernández acudió a la audiencia sin su abogado, por lo que el juez Daniel Sánchez Pagador reprogramó la cita para el 17 de octubre. En la nueva fecha pactada también sucedió lo mismo; por lo que se movió la audiencia para el 28 de noviembre. Ahora, el magistrado adelantó que Fernández no tendrá otra oportunidad para continuar alargando este proceso.
Diario Correo se contactó con el demandante, Ricardo Morales Gamarra, quien indicó que no declarará antes del inicio del juicio. Sin embargo, en su momento dijo que espera que el alcalde no continúe dilatando el caso.
Así lo acusó
En el 2019, Morales Gamarra era el director del Proyecto Arqueológico Huacas de Moche. Tenía el reconocimiento público debido a su intachable carrera profesional; pero ese año Arturo Fernández, en su calidad de burgomaestre del distrito de Moche, no dudó en insultarlo y acusarlo de una serie de irregularidades que hasta ahora no ha podido demostrar. Por ejemplo, lo vinculó con presuntos actos de corrupción y con el tráfico de piezas arqueológicas, lo que, definitivamente, impactó negativamente en su trayectoria. Este enfrentamiento surgió porque el entonces alcalde mochero intentó intervenir en un camino cercano a las huacas del Sol y la Luna; pero Ricardo Morales se opuso. Entonces, Fernández no dudó en cuestionarlo duramente a través de transmisiones en vivo por Facebook, y declaraciones en medios de comunicación, los mismos a los que ahora llama “mermeleros”.
No hay perdón
Valentín y Luz Marina Fernández Bazán, hermanos del sentenciado alcalde de Trujillo, han declarado desde la clandestinidad que Arturo es un paciente psiquiátrico. Además, coincidentemente, ambos le han pedido disculpas públicas a Ricardo Morales, quien no ha aceptado nada del entorno del demandado.
“Para mí no hay conciliación posible, el daño a la dignidad y a mi trayectoria como persona, como profesional, a la familia, fue muy grande y no pienso ceder en absoluto”, declaró Morales el pasado 26 de julio.
El abogado Kevin Díaz, quien también denunció a Fernández por difamación, consideró que si el alcalde es sentenciado nuevamente por difamación tendrá que ir a la cárcel.
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